sino de procurar que se corrija lo
que no está vuelto adonde debe
ni mira adonde es menester”.
Buscando tener tiempo para ser humanos, inventamos la tecnología, pero
nos fascinó tanto la obra de nuestras manos que nos tiene anonadados dedicándole
lo mejor de nuestras vidas y hemos olvidado el propósito inicial. Lo que
hicimos nos obnubiló acerca de quiénes somos, y lo que tenemos, resultado de lo
que hicimos, ahora nos define, nos determina, nos identifica, nos deshumaniza. ¿Qué
hicimos con lo que somos? ¿Dónde empezó esta caída libre? Ni tan libre… Algunos
filósofos europeos contemporáneos de siglos pasados, nos ayudan a buscar respuestas
y recurriremos a ellos para enriquecernos con sus hallazgos, pero no olvidemos que pertenecen a siglos
pasados y a circunstancias algo diferentes, que este problema no tenía la
gravedad que presenta ahora pues han seguido creciendo tanto la obra
humana(tecnología) como la esclavización a ella, por lo cual la intención de
este ensayo es suscitar respuestas nuestras nuevas (mexicanas, latinoamericanas)
universal y contemporáneamente relevantes.
En este ensayo trataremos de indagar en qué consiste la confusión actual,
en primer lugar, en segundo, buscar algunas posibilidades de esclarecimiento de
ella y en tercero, desafiar el pensamiento nuestro, de los amigos de la sabiduría,
a buscar cursos de acción en nuestros días y en nuestro espacio, para que el
mundo que les heredemos a las generaciones venideras sea mejor, con mayor
bienestar para la gran mayoría, menos esclavitudes, menos guerras, más
comprensión, libertad y plenitud en todos los ámbitos, es decir con más tiempo,
y éste, bien aprovechado, para ser humanos.
I.
¿En qué consiste la confusión actual?
Hay múltiples explicaciones: Dice Ortega y Gasset que “la técnica se ha
elevado a una potencia peculiarísima que conviene precisar, y esa elevación, a
su vez, sólo ha podido producirse porque la función técnica misma se haya
modificado en algún sentido muy sustancial.” (Ortega y Gasset, Pp. 27.) Pero lo que hay que notar es que no sólo la técnica,
sino que lo grave es que al ser humano le ha pasado lo mismo: Creo que también
él ha sido modificado en algún sentido muy sustancial y creo que Ortega mismo abre
la perspectiva de lo que puede estar confundiendo la identidad del hombre
actual al afirmar: “el técnico como tal queda convertido en la expresión pura,
viviente de la técnica, como tal: el ingeniero”,(Ibid. P. 33) “la
técnica… hace que, al hombre, puesto a vivir de fe en la técnica y sólo en
ella, se le vacíe la vida. Porque ser técnico y sólo técnico es poder serlo
todo y consecuentemente no ser nada determinado.” (Ibid.
P. 31).
Pero hay otras expresiones dónde Ortega mismo parece estar inmerso en el
problema que señala al decir peligrosamente del ser humano que es un “programa
extranatural”, (Ibid. Pp. 20). “el hombre empieza cuando empieza la
técnica” (Ibid. Pp. 18). “el
humano es un ente cuyo ser consiste, no en lo que ya es, sino en lo que aún no
es”, (Ibid. Pp. 16). “no hay hombre sin técnica”. (Ibid. Pp. 12).
¿Acaso no está ya casi equiparando esencialmente al hombre con su obra al
decir: “es un programa”, “empieza cuando empieza la técnica”, “ente cuyo ser
consiste en lo”, “no hay hombre sin…”? ¿No sería esto como ignorar el ADN
humano y decir que no hay nada allí hasta que no empezamos a actuar, y si en
esa actuación nos consideramos aviones o naves espaciales, entonces eso es lo
que somos, puesto que ya logramos volar y además nos gusta, y eso nos produce
felicidad? ¿O es acaso que ser humano significa ser cualquier cosa que se
quiera ser a partir de lo que se hace? Por supuesto que tratamos de entender el
sentido en el que lo aborda Ortega, sin embargo, lo que dice tiene demasiado
riesgo a nuestro limitado parecer. Pero veamos que dicen otros autores en el
tema.
Herbert Marcuse (1898-1979), miembro de la Escuela de Frankfurt [1] hace
notar que el crecimiento de la opresión tecnocientífica es tal que aún la
resistencia y la oposición a ella están ya incluidos en su sistema, y por lo
mismo anulados.[2] Ha quedado el ser humano encerrado en una sola
dimensión. “…Ni siquiera una catástrofe provocará el cambio” (Marcuse, p. 25).[3]
Dice Marcuse:
“He analizado algunas tendencias del capitalismo americano que conducen
a una sociedad cerrada, cerrada porque disciplina e integra todas las
dimensiones de la existencia, privada y pública… cerrada al interior se abre
hacia el exterior mediante la expansión económica, política y militar… lo que
es falso de esta forma de vida, la falta de libertad y la represión que
encubre: reificación total en el fetichismo total de la mercancía… la mejor
satisfacción de las necesidades es ciertamente el contenido y el fin de toda
liberación… en todas partes reina la agresión de la lucha por la existencia: a
escala individual, nacional, internacional , esta agresión determina el sistema
de las necesidades.” (Marcuse, pags. 7-9)
Y yo coincido con él en su análisis prácticamente en todos los puntos,
pero no dejo de preguntarme: ¿Por qué no analizaría el capitalismo alemán en
lugar del americano con las dos guerras mundiales encima y estando más dentro
de su círculo de influencia para cambiar? ¿Por qué no centraría su crítica más
en la acumulación de conocimiento[4] que de
dinero, lo cual era más pertinente a su entorno, tenía más al alcance para influenciar,
pues al igual que el capital monetario es un resultado del exceso del quehacer
humano, por encima de lo que el humano es? Es decir: donde el pensador puede
pensar en el humanismo, pero no tener tiempo para ser humano, donde el dato
vale más que el hombre y la mujer, la información que la formación, la academia
que el aprendiz y la acumulación de grados y títulos que el estado real del ser
humano. ¿Acaso este no es el mismo fetichismo del que habla Marcuse acerca de la
mercancía, sólo que aplicado al conocimiento? ¿Acaso no cae en el mismo error
de exaltar la obra por encima del que la hace, en este caso el pensamiento como
obra humana? ¿Y cuál es la propuesta de Marcuse? Añadirle a la resistencia
política[5] una
resistencia biológica, impulsiva, libidinal, animal,[6]
que suprima “el carácter ideológico y polvoriento”, [7]
que es el que está utilizando él mismo al escribir este tratado.
Sin embargo dijo algo Marcuse que abre el camino de la esperanza: “a no
ser que el reconocimiento de lo que se está haciendo y lo que se está evitando
subvierta la conciencia y la conducta del hombre” (Marcuse, p. 25), por donde podemos buscar una respuesta más
viable.
II.
Algunas posibilidades de esclarecimiento de la confusión.
Creo que Heidegger en su libro La pregunta por la Técnica,[8] rescata la esencia de ella y al hacerlo deja
libre de esa confusión al ser del hombre si éste quiere tomar la
responsabilidad (αιτιον) de no confundirse con su obra. Utilizamos la
metáfora del platero y la copa de plata[9]
que él mismo utiliza para explicar cómo enfrentar esta responsabilidad al darle
el uso sacrificial adecuado a la obra de su vida para que su hacer no consista
sólo en hacer copas, acumularlas y almacenarlas como existencias por haber
perdido el propósito de hacerlas para el sacrificio. En otras palabras, tomar la responsabilidad de nunca ceder a
otros propósitos o despropósitos para la hechura de la copa que para lo que se
tenía intención de hacerla desde un principio; que nunca responda al sentirse
“provocado”, “emplazado” y menos identificado como “provocador” y “emplazador”
de “hacedores de copas desprovistas de propósito”, como le ha sucedido al ser
humano con la tecno-ciencia actual.
Pero ¿qué lo salva de este peligro de vivir degradado al nivel de
acumulación de existencias cómo si fuera un almacén o bien un responsable de
almacén que vive para almacenar a otros? Heidegger dice que regresar al brillo
de lo “propio” como humano. Y ¿Qué es ser humano propiamente dicho? Esta es la
pregunta por la esencia que ha ocupado a la filosofía y a muchas disciplinas
por siglos y que se encuentra siempre velada y develándose y que algunos
quieren fijar en uno de los dos polos por la incomodidad del peligro constante
que es la paradoja viva que somos y tergiversan el desocultamiento[10], es
decir lo que los griegos llamaban ‘αλήθεια, es decir: verdad. Dice Heidegger
que “lo verdadero nos lleva a una relación libre con aquello que desde
su esencia nos concierne”.
Pero lo “libre” conlleva el peso de la decisión viva y responsable de lo
sacrificial de la copa que no deja reducir la verdad a una dos o tres de las
cuatro causas, sino que exige la combinación nueva y viva de todas ellas en
cada circunstancia y esto el hombre prefiere encerrarlo en el sino del
determinismo o bien en el de la indeterminación total, pero Heidegger lo toca delicadamente
diciendo que:
Siempre prevalece en el hombre el destino (sino) de hacer salir lo
oculto ya que el hombre llega a ser libre en la medida en que pertenece a ese
sino, así se convierte en alguien que escucha sin servilismo, ya que esto nunca
significa la fatalidad de una coacción. La libertad oculta despejando, vela lo
esenciante de toda verdad… La libertad es la región del sino que pone siempre
en camino un des ocultamiento. [11]
Sin embargo, advierte que el sino puede ser un peligro cuando todo se
presenta en la relación causa-efecto, cuando el hombre es abordado ya ni
siquiera como objeto, sino sólo como existencias o solicitador de ellas, donde
domina la estructura de emplazamiento.
Pero donde está el peligro existe también lo que salva. Pero ¿qué es
salvar? “Salvar”, dice, es ir a buscar algo y conducirlo a su esencia, con el
fin de que así, por primera vez, pueda llevar a esta esencia a su resplandecer
propio. Lo que salva echa sus raíces en la esencia de la técnica. Y ¿qué es
esencia? Esencia es lo que dura. Lo que dura es lo que otorga. Provocar es todo
menos otorgar. Lo que otorga es lo que salva. Lo que salva hace que el hombre
entre en la suprema dignidad de su esencia. Lo esenciante de la técnica alberga
en sí el posible emerger de lo que salva. [12]
Pero la esencia de la técnica tiene otra característica: es muy ambigua,
y esta ambigüedad apunta hacia un misterio: el de la verdad. Por un lado “la estructura
de emplazamiento provoca la furia del solicitar”[13]
que desfigura toda mirada… pero por otro, “acaece de un modo propicio en lo
otorgante”[14] y aquí
emerge lo que salva. Uno al lado del otro. Es por eso por lo que aquí se
resuelve la pregunta por la técnica:
La pregunta por la técnica es la pregunta por la constelación en la que
acaecen de un modo propio el hacer salir lo oculto y el ocultamiento, en el que
acaece de un modo propicio lo esenciante de la verdad… En medio del peligro
que, en la época de la técnica, más bien se oculta que no se muestra. ¿un hacer
salir lo oculto más inicial sería capaz tal vez de llevar a lo que salva a su
primer lucir?[15]
Ahora bien, este primer lucir nos lleva a al brillar de la mirada, esa
mirada que se basa no solo la cosmovisión sino en aquélla en la que parece
estar constituida, aunque al mismo tiempo algo velada, la misma naturaleza
humana, la misma antropología: Dice Teilhard de Chardin:
“Ver o perecer. Tal es la
situación impuesta por el don misterioso de la existencia a todo cuanto
constituye un elemento del Universo. Y tal es consecuentemente, y a una escala
superior, la condición humana.” [16]
Pierre Chantraine, en la trayectoria que traza de las palabras, en su
diccionario del griego al francés dice que la palabra Antrhopos tiene
que ver con el verbo ὁράω que significa ver.[17]
Pero hay una diferencia entre lo que se ve y lo visto como la que existe
entre lo presente y lo pasado, o entre lo vivo y lo muerto, y la imagen queda
en la segunda parte de la dicotomía, pero cuando ya no se sabe, cuál es cuál, o
peor aún, se ha tomado la segunda por lo real, entonces es preocupante. Esto es
algo así como lo que explica Heidegger en el siguiente fragmente en cuanto a la
pérdida de lo asombroso del brillo del ser:
Todo el mundo lo sabe: ente es lo que es. ¿Qué otra cosa le es permitida
al ente sino esto: ser? Y sin embargo: justamente esto, que el ente queda
reunido en el ser, que en el brillar (im Scheinen) del ser
aparece (erscheint) el ente, esto llevó a los griegos, y ante
todo a ellos, y a ellos solamente, al asombro. El ente en el ser: esto fue para
los griegos lo más asombroso. (Heidegger, QU’EST-CE
QUE LA PHILOSOPHIE? ¿Qué Es Eso de Filosofía?).
El sentido del oído es el que trata siempre con información presente,
con lo vivo, que deja de ser en el momento que se está trasmitiendo, pero es
menospreciado porque escucha cosas que no se ven, pero que son sumamente
importantes. Además, es precisamente el sentido del oído donde radica el
equilibrio, aún físico.
Esto nos lleva a El Respeto o la Mirada Atenta de Esquirol donde
nos hace ver la conexión tan profunda que hay entre el verdadero mirar y el
escuchar atentamente, respetar[18]. Y aquí regresamos al viejo Platón
que quizás no andaba tan errado como pensamos en la modernidad, pues decía que:
“No se trata del arte de dar [al alma] la vista, porque ya la tiene, sino de
procurar que se corrija lo que no está vuelto adonde debe ni mira adonde es
menester”. ( Platón, La República, VII,
518 d.)
Ahora bien, este no es un asunto fácil pues estamos tratando contra una
óptica tecnocientífica que es como una bola de nieve que ha ido adquiriendo
volumen con el tiempo, y esto a tal grado que se ha convertido en un alud que
amenaza con destruirnos. Esquirol la despliega en cuatro vertientes que
muestran cada una dimensiones de peligro que nos asedian por todas partes: “un poder,
un sistema, una revelación y un lenguaje” (Esquirol, Pp. 27-51) Un poder tal que pone al alcance el auto
suicidio o autodestrucción de nuestra propia raza humana, un sistema tan
sofocante y opresor de redes tecnocientíficas tan completo y organizado que difícilmente
ya se puede siquiera respirar el hálito de la libertad; una develación y
bombardeo de información, que cómo implica la misma palabra nos está formando
con un concepto tan superficial de la realidad que ya difícilmente recordamos o
entrevemos lo que significa ser humano y por supuesto con todo esto un lenguaje
limitante, enajenante y esclavizador a esa cosmovisión. ¿Qué vamos a hacer a
este punto nosotros los que estamos cobrando conciencia de ello?
III.
Mi sugerencia en este ensayo es que nosotros,
quiénes nos encontramos en este lugar privilegiado de reflexión que es la
Academia, examinemos precisamente la situación en la que estamos inmersos.
Evaluemos: ¿a dónde están yendo a parar tantas horas de trabajo y reflexión
profunda, a quiénes beneficia realmente? ¿cómo nuestra carrera puede tener una
mayor inserción y participación social? ¿Quiénes leen realmente los trabajos
académicos? ¿Cuándo vamos a empezar los estudiantes realmente a filosofar y no
sólo a estudiar filosofía? ¿Cómo vamos a contribuir para que esta avalancha
tecnocientífica que se nos viene encima no nos aplaste? ¿Cuándo vamos a dejar
de comprar filosofía procesada en el extranjero para dedicarnos a desarrollar
el pensamiento propio de nuestro entorno, de nuestra historia, de nuestra idiosincrasia,
de nuestra gente, para tener algo propio que ofrecerle al mundo y de esta
manera equilibrar un poco el desbalance en que nos encontramos? Los análisis de
otras épocas y otras latitudes son buenos y nos proveen algunas herramientas
interesantes de reflexión, pero ¿los seguiremos utilizando para vaciarnos de
nuestra propia identidad y humanidad? ¿No es este acaso un problema similar al
que hemos examinado en este ensayo acerca de la tecno-ciencia y la manera en
que la hemos tomado? ¿Acaso no necesitamos rediseñar, repensar, actualizar,
reformar, más que reformar reconfigurar la Universidad, la educación, para poder hacer frente a la pérdida de
identidad, rumbo y significado en que nos encontramos inmersos donde ya ni
siquiera tenemos lugar como “existencias” en la época de Heidegger, sino que
cuando una existencia ya es usada, utilizada, y explotada, su siguiente lugar
es la pila de desperdicios? ¡Qué pérdida sería esta tan grande, siendo lo
valiosos que somos como seres humanos¡
¡Que despertemos!
Bibliografía:
Agamben, Giorgio. Profanaciones. Ed. Adriana Hidalgo, Tr. Flavia
Costa and Castro Edgardo, Adriana Hidalgo Editora S.A., 2005.
Chantraine, Pierre. Dictionnaire
Étymologique de La Langue Grecque, Histoire Des Mots. Klincksieck,
Editions, 1980.
De Chardin, Teilhard. El Fenómeno
Humano. 1947, http://www.bibliotecaespiritual.com/pdf_obras/El Fenomeno
Humano+.pdf.
Escuela de Frankfurt:
Características y Representantes - Lifeder. https://www.lifeder.com/escuela-de-frankfurt/. Accessed 4 June
2020.
Esquirol, Josep M. El Respeto o
La Mirada Atenta Una Ética Para La Era de La Ciencia Y La Tecnología. Gedisa
Editorial, 2006.
Heidegger, Martin. La Pregunta
Por La Técnica. 1994, pp. 9–37,
http://blogs.fad.unam.mx/asignatura/brenda_ortiz/wp-content/uploads/2018/03/HEIDEGGER-LA-PREGUNTA-POR-LA-TÉCNICA.pdf.
QU’EST-CE QUE LA PHILOSOPHIE? ¿Qué Es Eso de Filosofía? http://cursa.ihmc.us/rid=1Q0DZ5GLC-1DJ1S7Z-2KW5/heidegger-que_es_filosofia
%281%29.pdf.
Marcuse, Herbert. “El Hombre
Unidimensional Ensayo Sobre La Ideología de La Sociedad Industrial Avanzada.” Revista
Barataria, no. 16, Editorial Planeta, 2013, doi:10.20932/barataria.v0i16.74.
Ortega y Gasset, José. “Meditación
de La Técnica y Otros Ensayos.” Revista de Occidente, no. 1977, 1939,
pp. 1–37.
Platón. “República.” Biblioteca
Clásica Gredos, edited by Trad. y notas. Eggers Lann, Conrado, vol. 94,
Gredos, 1988.
RESPETAR. http://etimologias.dechile.net/?respetar. Accessed 8 June 2020.
Tiqqun. Esto No Es Un Programa
Tiqqun. Trad. Javier Palacio Tauste. Madrid: Errata Naturae Editores, 2014.
[1] “Los trabajos realizados por los autores miembros de
la Escuela de Frankfurt se pueden considerar como una aproximación
multidisciplinaria al estudio y reflexión de las teorías y los fenómenos
sociales. Aunque mantenían una postura adversa a las principales corrientes de
pensamiento presentes (que tuvieron sus inicios en los siglos pasados), los
investigadores se fundamentaban en la teoría crítica del marxismo.” https://www.lifeder.com/escuela-de-frankfurt/ (Escuela de
Frankfurt: Características y Representantes - Lifeder)
[2] “Esta ambigua situación envuelve una ambigüedad
todavía más fundamental. El hombre unidimensional oscilará continuamente entre
dos hipótesis contradictorias: 1) que la sociedad industrial avanzada es capaz
de contener la posibilidad de un cambio cualitativo para el futuro previsible;
2) que existen fuerzas y tendencias que pueden romper esta contención y hacer
estallar la sociedad. Yo no creo que pueda darse una respuesta clara. Las dos
tendencias están ahí, una al lado de otra, e incluso una en la otra. La primera
tendencia domina, y todas las precondiciones que puedan existir para una
reversión están siendo empleadas para evitarlo.” (Marcuse, p. 25)
[3] “La racionalidad tecnológica revela su carácter
político a medida que se convierte en el gran vehículo de una dominación más
acabada, creando un universo verdaderamente totalitario en el que sociedad y
naturaleza, espíritu y cuerpo, se mantienen en un estado de permanente
movilización para la defensa de este universo.” (Marcuse, 48).
[4] Pues hay otras formas de capitalismo que las agudas
percepciones de Benjamin señalaron y que Agamben mencionó en sus Profanaciones:
“El capitalismo como religión no mira a la transformación del mundo, sino a su
destrucción. Y su dominio es en nuestro tiempo de tal modo total, que aun los
tres grandes profetas de la modernidad (Nietzsche, Marx y Freud) conspiran,
según Benjamin, con él; son solidarios, de alguna manera, con la religión de la
desesperación. "Este pasaje del planeta hombre a través de la casa de la
desesperación en la absoluta soledad de su recorrido es el éthos que define
Nietzsche. Este hombre es el Superhombre, esto es, el primer hombre que
comienza conscientemente a realizar la religión capitalista". Pero también
la teoría freudiana pertenece al sacerdocio del culto capitalista: "Lo
reprimido, la representación pecaminosa... es el capital, sobre el cual el
infierno del inconsciente paga los intereses". Y en Marx, el capitalismo
"con los intereses simples y compuestos, que son función de la culpa... se
transforma inmediatamente en socialismo".(Agamben, p. 106).
[5] Aunque la sabe ya nula y encapsulada en el sistema
totalitario, tecnocientífico, inclusivo, inhumano, capitalista.
[6] Que llevó a extremos como la propuesta de Tiqqun:
“No tenemos ninguna necesidad de que nuestras acciones de destrucción, de
sabotaje, vayan seguidas de alguna explicación debidamente refrendada por la
Razón humana. No actuamos en pos de un mundo mejor, alternativo, venidero, sino
en pos de eso que estamos viviendo ya en este momento, en pos de la
irreconciliabilidad radical del Imperio y de tal experimentación, de la cual
forma parte la guerra […] La causa principal de nuestra parálisis, eso con lo
que debemos romper, es la utopía de la comunidad humana, la perspectiva de una
reconciliación final y universal.” (Tiqqun, Pp. 60) ¿No se asemejaría esto a la
mentalidad de sus enemigos y aún la superaría? ¿acaso no es mucho más temible
la devastación antropológica que se propone aquí que el daño causado por los
dictadores del imperio al que se oponen? Si llegaren al poder ¿no sería
aterrador estar bajo un régimen con esas características? ¿Iremos a repetir y
aumentar el error de utilizar la resistencia para devastar a nuestra propia
humanidad como lo hicieron Hitler, Stalin y muchos más que se están perfilando?
[7] “Es preciso suprimir el carácter ideológico y
polvoriento de esta reivindicación: la liberación comienza con la necesidad no
sublimada, allí donde es primero reprimida. En este sentido es libidinal ”(Marcuse, p.
10)
“Es en el instinto de libertad no sublimado donde se hunden las raíces
de la exigencia de una libertad política y social”… “Por esta razón, es de una
importancia que sobrepasa de lejos los efectos inmediatos, que la oposición de
la juventud contra la «sociedad opulenta» reúna rebelión instintiva y rebelión
política.” (Ibid., p. 9)
“…la solidaridad permanece como
el factor decisivo, también aquí Marx tiene razón. Y es esta solidaridad la que
ha sido quebrada por la productividad integradora del capitalismo y por el
poder absoluto de su máquina de propaganda, de publicidad y de administración.
Es preciso despertar y organizar la solidaridad en tanto que necesidad
biológica de mantenerse unidos contra la brutalidad y la explotación inhumanas.
Esta es la tarea.” (Ibid. P.13)
[8] (Heidegger,
La Pregunta Por La Técnica, http://blogs.fad.unam.mx/asignatura/brenda_ortiz/wp-content/uploads/2018/03/HEIDEGGER-LA-PREGUNTA-POR-LA-TÉCNICA.pdf.Pp.
2-3).
[9] Ahora bien, esta compleja responsabilidad que en la
analogía que Heidegger hace del platero quién toma la responsabilidad, de no
sólo fabricar la copa con sus cuatro causas aristotélicas: material (la plata),
formal, (la forma de copa), la eficiente (el hecho de hacerla) y la final (que
es el uso sacrificial que se le dará) sino que ha de cuidar el no caer en un
mero hacer, o en un culparse moral de no hacer o hacerlo mal sino que ha de
llevar esa libertad responsable (αιτία), a un hacer aparecer y a un estar a punto de
lo esencial de la técnica que es donde va a encontrarse con algo tan creativo
como la ποίησις, la poesía, las bellas artes y es donde se
encuentra la esencia de la técnica apareciendo en el presente no sólo como
correcta, sino también como verdadera y aún más, hasta bella. Aún la φύσις
está incluida en el traer delante. Pero el traer-delante de ella es en sí
misma, a diferencia del aparecer artesanal y artístico, que es en otro.
Dice Heidegger que Las cuatro causas actúan en el traer allí adelante.
Que acaece de un modo propio en tanto que lo ocultado viene a lo desocultado. A
este proceso los griegos denominaban ‘αλήθεια es decir: verdad,
que entendemos como “corrección del representar”. Dice que ‘αλήθεια coliga los cuatro modos de ocasionar, es
decir, la causalidad, y se hace valer sobre ellos. Agrega que a la causalidad
pertenecen fin y medio, es decir: lo instrumental, lo cual es el rasgo
fundamental de la técnica. La técnica no es un mero medio, es un modo del salir
de lo oculto, es decir: la verdad. La τεχνή es algo poiético.
La τεχνή es similar a la επισθήμη. La técnica
esencia en la región en la que acontece la ‘αλήθεια verdad. (Ibid.
Pp.3-5)
[10] Dice Heidegger que Las cuatro causas actúan en el
traer allí adelante. Que acaece de un modo propio en tanto que lo ocultado
viene a lo desocultado. A este proceso los griegos denominaban ‘αλήθεια
es decir: verdad, que entendemos como “corrección del representar”. Dice que ‘αλήθεια coliga los cuatro modos de ocasionar, es
decir, la causalidad, y se hace valer sobre ellos. Agrega que a la causalidad
pertenecen fin y medio, es decir: lo instrumental, lo cual es el rasgo
fundamental de la técnica. La técnica no es un mero medio, es un modo del salir
de lo oculto, es decir: la verdad. La τεχνή es algo poiético.
La τεχνή es similar a la επισθήμη. La técnica
esencia en la región en la que acontece la ‘αλήθεια verdad.
Ahora bien, en cuanto a la
técnica moderna, aunque su esencia también consista en hacer salir de lo
oculto, el sentido de esto último no es lo poiético sino el almacenar,
y he aquí la gran diferencia, pues para lograr el almacenar emplaza a la
Naturaleza en el sentido de la provocación, la obliga a producir lo
máximo con lo mínimo, es decir: existencias y literalmente dice que: “En
la medida que el hombre mismo es provocado y emplazado a provocar y
emplazar a la naturaleza ¿no acaso está él mismo convirtiéndose en una de las
“existencias”, sólo que de manera más originaria?” (Idem. Pp.3-5)
[11] Ibid. P.13
[13] (Ibid.
P.18)
[14] (Idem.)
[15] (Ibid.
P.19)
[16] (De Chardin, p. 3).
[17] “ἄνθροπος :
Le mycénien atoroqo rend quasi-certaine l'existence d'un second terme -okwo-
(exprimant l'idée de visage ou d'aspect ?), cf. ὄφ, πρόσωπον,
etc., et apporterait un petit appui par ex. à l'explication par *ἀνδρ-ωπος. Il
resterait à justifler la sourde aspirée: Devoto, IF 60, 1949, 63 a une
explication compliquée par l'hypothèse d'une origine illyrienne, Θ
pour δ d’après αἰδῶσσα . αἴθουσα; la
glose d'Hsch. δρώφ . ἄνθρωπος ne
peut être évoquée qu'avec réserve, cf. Latte s.v. P. Kretschmer, Gl.
27,1939,246, a pensé que l'aspiration de -ωπος
était due à l'analogie de ὁράω cf. Georgacas, Gl. 36, 1958, 112 sq. On hésitera aussi à admettre que les Grecs aient désigné les humains par
un terme signifiant « au visage d'homme ». Les données du problème sont donc
précisées sur un point, mais il n'est pas résolu”. (" ἄνθροπος" en Chantraine p. 91)
[18] “La palabra respetar… viene del latín respectare
(mirar hacia atrás, volver los ojos, observar insistentemente, tomar en mucha
consideración) que se forma de re- (acción reiterada, hacia atrás) y spectare
(contemplar, observar) verbo frecuentativo de specere (mirar, observar). (RESPETAR en http://etimologias.dechile.net/?respetar.
Acc. 8 Junio 2020).