Creo que vale la Pena Recordar de vez en Cuando estas Palabras:
“Si yo, minúsculo individuo, error
insignificante, palabra articulada en el discurso de todas las criaturas,
pretendo aislarme o abstraerme del cosmos, y provocar mi catástrofe particular,
el resultado sólo será mi perdición, y sin saberlo contribuiré al plan
providencial. Pero si respondo a la llamada de mi nombre, si acepto la vocación
que me distingue y que hace verdadera mi palabra, si me esfuerzo al menos por
converger con el orden cósmico y la voluntad divina, por muy indigno que siga
siendo, por muy vulnerable que sea mi carne, he vencido, ¡ya estoy vinculado!
Con las cosas, con los seres, con su ciencia, con su misterio y el mío… se me
devuelve una vida de relación”.
“Desde el fondo de un corazón hasta
los límites del cosmos, una resonancia universal agita toda la existencia a la búsqueda
eterna de un acorde que será el nombre secreto de Dios”
De Rougemont, Denis, La Pte. del Diablo, p. 142-3, Planeta
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