"Aunque le desagrade a
los filósofos; la realidad no se une a lo posible en la necesidad, sino que es
esta última la que se une a lo posible en la realidad. Tampoco es por falta de
fuerza, al menos en el sentido ordinario, por lo que el yo se descarría en lo
posible. Lo que falta es, en el fondo, la fuerza de obedecer, de someterse a la
necesidad incluida en nuestro yo, a lo que puede llamarse nuestras fronteras
interiores. La desgracia de un yo semejante tampoco reside en el hecho de no
haber llegado a nada en este mundo, sino en no haber adquirido conciencia de sí
mismo, de no haber percibido que ese yo es el suyo, un determinado preciso y,
por lo tanto una necesidad. En lugar de esto, el hombre se ha perdido a sí
mismo dejando que su yo se refleje imaginariamente en lo posible."
KIERKEGAARD, Sören. Tratado de la Desesperación p. 55 Grupo Editorial Tomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario