“… Cuando se va con Dios… se ve uno obligado a ver, y a ver de una
manera completamente particular. Cuando tú vas en compañía de Dios, entonces
basta que veas a un solo desgraciado para que no puedas escapar a lo que el
cristianismo quiere que comprendas: la igualdad humana. Ah, pero aquel que era
mejor probablemente no habría osado arriesgarse a soportar esta caminata en
compañía de Dios y a la impresión que produce, de manera que probablemente se
sustraería, sin perjuicio de que aquella misma tarde, en aristocrática compañía,
volviera a sustentar la concepción cristiana. Sí, es una marcha seria esa de ir
con Dios (y sólo en tal compañía se descubre a “el prójimo”, pues Dios es la
determinación inmediata) para llegar a conocer la vida y a uno mismo. Así
pierden su esplendor mundano honor, poder y gloria; en compañía de Dios no
podrás, mundanamente saborearlos”[1]
Hola Aovaro.
ResponderEliminarEn tus escritos que compartes, que no son tuyos, son de otros escritores o filósofos, normalmente se refieren a Dios.
Mi pregunta es la siguiente:Cuando tu te expresa de Él, lo hacen también con la primera persona de la Trinidad?
Hola, amigo. antes que otra cosa te pido una gran disculpa por no haber atendido antes tus comentario. No los había descubierto hasta el día de hoy. No se me da muy bien la cuestión del manejo de este blog y por lo mismo lo tuve olvidado por mucho tiempo pensando que nadie lo leía.
ResponderEliminarEn cuanto a tu pregunta yo en lo personal a veces me dirijo a Dios el Padre, a veces al Hijo y en otras ocasiones al Espíritu Santo.
ResponderEliminarDisculpa, asumí que eras "amigo" porque tu nombre aparece como "Desconocido", pero igual si eres "Desconocida" agradezco y aprecio igual tus comentarios.
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