Hormas, Formas y
Normas
Salieron de nosotros,
más no eran de los nuestros
Endiosaron costumbres,
negaron al Eterno;
Ritos, mitos y
gritos, y en ellos se perdieron
Hormas, formas y
normas, y eso es lo que obtuvieron.
Vinieron las
reformas, y las formas movieron,
Adoraron las nuevas,
de normas no salieron.
Cerraron más las
hormas, y hormas los ciñeron,
Ignoraron la historia,
las yerros repitieron.
El jugo de la vida
siempre se lo perdieron
Encajonando a otros
en un cajón murieron,
Y sigue el ser
humano, esclavizando al Cielo,
¡Qué bueno que no
cabe, ni sigue nuestro juego!
Los Cielos de los
Cielos no pueden contenerlo,
No sé por qué
insistimos en reducirlo a un templo
¿Cómo meto los mares
en la alberca del tiempo?
¿Negaré las Galaxias
porque verlas no puedo?
Hay que cambiar los
odres, no queda otro remedio
Y el vino que
contienen cambiarlo por Eterno.
No puede ser que Él quepa
dentro del intelecto
La creación se
revienta, si quiere contenerlo.
Idolatría de las
peores es la adoración del seso,
No es sólo adorar
madera, piedra, yeso, barro y hueso,
Es la pasión por la
plata, la esclavización al ego,
Lo que nos cierra los
ojos al movimiento del Verbo.
La fijación en las hormas,
en las formas y en las normas,
Nos ha tenido
dormidos poco más de seis milenios
El contenido: perdido,
pero eso a nadie le inquieta,
Es como si le tirara
el pato a las escopetas.
Es como si se casara
el novio con el retrato,
La novia con el
anillo, con las arras, con el lazo;
De mucho van a
servirle, si el novio no da el respaldo
No sé por qué no
amanece, la escena de nuestro cuadro.
¿Cambiar al Infinito
por un rito o un grito?
¿Trocar al
Innombrable por el nombre de un hombre?
¿Negociar al Eterno
por sueldo, casa y sustento?
¿Malbaratar la
justicia, la libertad y lo cierto?
Siendo Dios Quién Él
es, merece honores,
No aburrirlo con
largas oraciones;
Ni como a pordiosero:
“lo que sobre”,
Para Él: ¡lo mejor!,
Alto es su Nombre.
Lealtad a la
sustancia del Mensaje,
Respeto a las
personas como tales,
Amor sin distinción a
los mortales
Y gratitud sin medida
a sus bondades.
Salirnos de las
hormas cuando estorban,
Añejar nuevo vino en
nuevas formas,
Ser fiel al contenido
de las normas,
Sin olvidar que tanto
Dios como el hombre: son personas.
Prohibido despersonalizar, masificar
humanos,
Tematizar, clasificar, totalizar el cuadro
desde el ego,
Cosificar a Dios, divinizar lo creado,
Entorpecer el sentido de los tiempos.
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