miércoles, 13 de enero de 2016

De un Extremo a Otro Pero Negando de Alguna Manera con Nuestros Hechos la Vigencia de la Encarnación de Cristo



Muchas denominaciones históricas no quieren conocer otra cosa sino al Jesús histórico y se resisten a la obra actual del Espíritu Santo, en parte por el exceso de los que niegan toda historia y son hijos del siglo pasado, y quién los va a culpar con los extremos a los que se ha llegado tal énfasis. Sin embargo, seguimos “conociendo a Cristo según la carne” solamente, pero sin relevancia actual, porque ni nosotros mismos creemos que sea posible que Cristo encarne hoy, solamente afirmamos que el concepto es cierto, pero es sólo una burbuja mental docética que no tiene posibilidades de encarnar, por eso hay tan poca gente y tan poco apasionada por Cristo.

Las corrientes más conservadoras tienen como base una santidad basada en conceptos meramente externos, humanos y con matices judaizantes y por supuesto condenan a los que se van al otro extremo de un liberalismo radical. Ambos como los antiguos cerintianos[1] y otros gnósticos que se pasaban de los extremos de un querer volver a la ley externa, un ascetismo radical a los ansiados deleites terrenales y sensuales que era como concebían el milenio terrenal. Por supuesto todos se veían cristianos, pero según las citas bíblicas que pusimos como base de este ensayo: ¿será creyente una persona que niega la encarnación de Jesucristo o no cree que Jesús es el Cristo?



[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Cerintianos

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