“…y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino
para Aquél que murió y resucitó por ellos. De manera que nosotros de aquí en
adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la
carne, ya no lo conocemos así. De modo que, si alguno está en Cristo, nueva
criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” [1]
¿Qué es conocer a Cristo según la carne, y cuál es la diferencia entre
reconocer que ha venido en carne? Quizás ayuden algunas traducciones del
versículo como la Biblia del Peregrino de Luis Alonso Schöckel que creo que es
buena porque busca más mantener la fidelidad a las ideas completas que a las
palabras, cosa que la hace más fiel al contenido que a la letra y que
dice así: “De modo que nosotros en adelante a nadie consideremos con
criterios humanos; y si un tiempo consideramos al Mesías con criterios humanos,
ahora ya no lo hacemos”.
Creo que esto nos da la pauta de lo que queremos trasmitir. Por ejemplo:
La idea de Mesías que tenía el pueblo judío tenía que ver con un
libertador de la opresión de los romanos, que reestableciera el reino judío:
“Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor,
¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a
vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola
potestad”[2]
Esta era uno de los criterios meramente humanos a los que Schöckel debe
referirse. Por supuesto, este concepto no fue tomado por Jesucristo, sino que Él
llevó el mesianismo a la altura de los criterios de Dios establecidos en las
Escrituras. “Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del
Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de
Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los
cielos.”[3]
La idea de reestablecer el reino de Israel sigue viva actualmente y es
apoyada económica y moralmente por gran parte de la iglesia cristiana, al menos
en Occidente, aunque el Señor fue tan claro en sus respuestas. ¿Será que
seguimos insistiendo en criterios meramente humanos en cuanto al mesianismo de
Cristo, y no le vamos a hacer caso a la Sagrada Escritura que nos dice: “aun
si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así”?
No hay comentarios:
Publicar un comentario