lunes, 11 de enero de 2016

¿Realmente Creemos que pueda haber Ética sin tocar Tierra?


1.   ¿Qué del docetismo moderno que nos ha convencido que en el cristianismo basta con atender las necesidades del espíritu qué es la parte buena, alimentándolo de “sola fide” mientras le negamos al “perverso cuerpo” que haga “las obras” sociales, políticas, económicas, que traerían justicia a este “malo” mundo, aunque “Dios las preparó de antemano para que anduviésemos en ellas?” [1] ¿No es eso la dicotomía del docetismo en vivo y un escapismo de la responsabilidad de participar activamente en la encarnación de Dios en nuestro entorno?

2.   ¿Qué del fundamentalismo que nos lleva a pensar que la letra de la Biblia es mágica y mucho más importante que el Autor y nos priva de la realidad de que la Biblia es una encarnación del Verbo en el estilo de los humanos escritores y olvidamos que fue tradición oral por mucho tiempo antes de ser vertida en los pergaminos y códices que conservamos, y a los cuáles ahora llamamos “sola Scriptura” negando con ello, en nuestro extremismo, todo sentido común, contexto, estilo literario, historia, teología, filosofía, antropología y tradición en los que fue inmersa al encarnar, es decir todo el aspecto humano, cuando sólo se trataba de priorizarla por encima de, y no de aislarla de lo humano, ni descarnarla de su entorno dejando “sola la Scriptura”, de manera que ahora es un elemento completamente extraño a la convivencia social humana. Además, ahora ya no podemos leer ningún otro libro de ningún otro autor, aunque a veces en forma casi irrisoria, nuestras decisiones muchas veces dependan del hombre que dirige el rito religioso del día santo que celebramos cada semana, más que de Dios mismo y de su Palabra escrita.



No hay comentarios:

Publicar un comentario