viernes, 26 de junio de 2020

ESCLAVO DE SU OBRA, Hombre o Máquina




sino de procurar que se corrija lo que no está vuelto adonde debe
ni mira adonde es menester”.

Buscando tener tiempo para ser humanos, inventamos la tecnología, pero nos fascinó tanto la obra de nuestras manos que nos tiene anonadados dedicándole lo mejor de nuestras vidas y hemos olvidado el propósito inicial. Lo que hicimos nos obnubiló acerca de quiénes somos, y lo que tenemos, resultado de lo que hicimos, ahora nos define, nos determina, nos identifica, nos deshumaniza. ¿Qué hicimos con lo que somos? ¿Dónde empezó esta caída libre? Ni tan libre… Algunos filósofos europeos contemporáneos de siglos pasados, nos ayudan a buscar respuestas y recurriremos a ellos para enriquecernos con sus hallazgos,  pero no olvidemos que pertenecen a siglos pasados y a circunstancias algo diferentes, que este problema no tenía la gravedad que presenta ahora pues han seguido creciendo tanto la obra humana(tecnología) como la esclavización a ella, por lo cual la intención de este ensayo es suscitar respuestas nuestras nuevas (mexicanas, latinoamericanas) universal y contemporáneamente relevantes.
En este ensayo trataremos de indagar en qué consiste la confusión actual, en primer lugar, en segundo, buscar algunas posibilidades de esclarecimiento de ella y en tercero, desafiar el pensamiento nuestro, de los amigos de la sabiduría, a buscar cursos de acción en nuestros días y en nuestro espacio, para que el mundo que les heredemos a las generaciones venideras sea mejor, con mayor bienestar para la gran mayoría, menos esclavitudes, menos guerras, más comprensión, libertad y plenitud en todos los ámbitos, es decir con más tiempo, y éste, bien aprovechado, para ser humanos.
I.                 ¿En qué consiste la confusión actual?
Hay múltiples explicaciones: Dice Ortega y Gasset que “la técnica se ha elevado a una potencia peculiarísima que conviene precisar, y esa elevación, a su vez, sólo ha podido producirse porque la función técnica misma se haya modificado en algún sentido muy sustancial.” (Ortega y Gasset, Pp. 27.) Pero lo que hay que notar es que no sólo la técnica, sino que lo grave es que al ser humano le ha pasado lo mismo: Creo que también él ha sido modificado en algún sentido muy sustancial y creo que Ortega mismo abre la perspectiva de lo que puede estar confundiendo la identidad del hombre actual al afirmar: “el técnico como tal queda convertido en la expresión pura, viviente de la técnica, como tal: el ingeniero”,(Ibid. P. 33) “la técnica… hace que, al hombre, puesto a vivir de fe en la técnica y sólo en ella, se le vacíe la vida. Porque ser técnico y sólo técnico es poder serlo todo y consecuentemente no ser nada determinado.” (Ibid. P. 31).
Pero hay otras expresiones dónde Ortega mismo parece estar inmerso en el problema que señala al decir peligrosamente del ser humano que es un “programa extranatural”, (Ibid. Pp. 20). “el hombre empieza cuando empieza la técnica” (Ibid. Pp. 18).  “el humano es un ente cuyo ser consiste, no en lo que ya es, sino en lo que aún no es”, (Ibid. Pp. 16). “no hay hombre sin técnica”. (Ibid. Pp. 12). ¿Acaso no está ya casi equiparando esencialmente al hombre con su obra al decir: “es un programa”, “empieza cuando empieza la técnica”, “ente cuyo ser consiste en lo”, “no hay hombre sin…”? ¿No sería esto como ignorar el ADN humano y decir que no hay nada allí hasta que no empezamos a actuar, y si en esa actuación nos consideramos aviones o naves espaciales, entonces eso es lo que somos, puesto que ya logramos volar y además nos gusta, y eso nos produce felicidad? ¿O es acaso que ser humano significa ser cualquier cosa que se quiera ser a partir de lo que se hace? Por supuesto que tratamos de entender el sentido en el que lo aborda Ortega, sin embargo, lo que dice tiene demasiado riesgo a nuestro limitado parecer. Pero veamos que dicen otros autores en el tema.
Herbert Marcuse (1898-1979), miembro de la Escuela de Frankfurt [1] hace notar que el crecimiento de la opresión tecnocientífica es tal que aún la resistencia y la oposición a ella están ya incluidos en su sistema, y por lo mismo anulados.[2]  Ha quedado el ser humano encerrado en una sola dimensión. “…Ni siquiera una catástrofe provocará el cambio” (Marcuse, p. 25).[3]
Dice Marcuse:
“He analizado algunas tendencias del capitalismo americano que conducen a una sociedad cerrada, cerrada porque disciplina e integra todas las dimensiones de la existencia, privada y pública… cerrada al interior se abre hacia el exterior mediante la expansión económica, política y militar… lo que es falso de esta forma de vida, la falta de libertad y la represión que encubre: reificación total en el fetichismo total de la mercancía… la mejor satisfacción de las necesidades es ciertamente el contenido y el fin de toda liberación… en todas partes reina la agresión de la lucha por la existencia: a escala individual, nacional, internacional , esta agresión determina el sistema de las necesidades.” (Marcuse, pags. 7-9)
Y yo coincido con él en su análisis prácticamente en todos los puntos, pero no dejo de preguntarme: ¿Por qué no analizaría el capitalismo alemán en lugar del americano con las dos guerras mundiales encima y estando más dentro de su círculo de influencia para cambiar? ¿Por qué no centraría su crítica más en la acumulación de conocimiento[4] que de dinero, lo cual era más pertinente a su entorno, tenía más al alcance para influenciar, pues al igual que el capital monetario es un resultado del exceso del quehacer humano, por encima de lo que el humano es? Es decir: donde el pensador puede pensar en el humanismo, pero no tener tiempo para ser humano, donde el dato vale más que el hombre y la mujer, la información que la formación, la academia que el aprendiz y la acumulación de grados y títulos que el estado real del ser humano. ¿Acaso este no es el mismo fetichismo del que habla Marcuse acerca de la mercancía, sólo que aplicado al conocimiento? ¿Acaso no cae en el mismo error de exaltar la obra por encima del que la hace, en este caso el pensamiento como obra humana? ¿Y cuál es la propuesta de Marcuse? Añadirle a la resistencia política[5] una resistencia biológica, impulsiva, libidinal, animal,[6] que suprima “el carácter ideológico y polvoriento”, [7] que es el que está utilizando él mismo al escribir este tratado.
Sin embargo dijo algo Marcuse que abre el camino de la esperanza: “a no ser que el reconocimiento de lo que se está haciendo y lo que se está evitando subvierta la conciencia y la conducta del hombre” (Marcuse, p. 25), por donde podemos buscar una respuesta más viable.
II.                Algunas posibilidades de esclarecimiento de la confusión.
Creo que Heidegger en su libro La pregunta por la Técnica,[8]  rescata la esencia de ella y al hacerlo deja libre de esa confusión al ser del hombre si éste quiere tomar la responsabilidad (αιτιον) de no confundirse con su obra. Utilizamos la metáfora del platero y la copa de plata[9] que él mismo utiliza para explicar cómo enfrentar esta responsabilidad al darle el uso sacrificial adecuado a la obra de su vida para que su hacer no consista sólo en hacer copas, acumularlas y almacenarlas como existencias por haber perdido el propósito de hacerlas para el sacrificio. En otras palabras,  tomar la responsabilidad de nunca ceder a otros propósitos o despropósitos para la hechura de la copa que para lo que se tenía intención de hacerla desde un principio; que nunca responda al sentirse “provocado”, “emplazado” y menos identificado como “provocador” y “emplazador” de “hacedores de copas desprovistas de propósito”, como le ha sucedido al ser humano con la tecno-ciencia actual.
Pero ¿qué lo salva de este peligro de vivir degradado al nivel de acumulación de existencias cómo si fuera un almacén o bien un responsable de almacén que vive para almacenar a otros? Heidegger dice que regresar al brillo de lo “propio” como humano. Y ¿Qué es ser humano propiamente dicho? Esta es la pregunta por la esencia que ha ocupado a la filosofía y a muchas disciplinas por siglos y que se encuentra siempre velada y develándose y que algunos quieren fijar en uno de los dos polos por la incomodidad del peligro constante que es la paradoja viva que somos y tergiversan el desocultamiento[10], es decir lo que los griegos llamaban ‘αλήθεια, es decir: verdad. Dice Heidegger que “lo verdadero nos lleva a una relación libre con aquello que desde su esencia nos concierne”.
Pero lo “libre” conlleva el peso de la decisión viva y responsable de lo sacrificial de la copa que no deja reducir la verdad a una dos o tres de las cuatro causas, sino que exige la combinación nueva y viva de todas ellas en cada circunstancia y esto el hombre prefiere encerrarlo en el sino del determinismo o bien en el de la indeterminación total, pero Heidegger lo toca delicadamente diciendo que:
Siempre prevalece en el hombre el destino (sino) de hacer salir lo oculto ya que el hombre llega a ser libre en la medida en que pertenece a ese sino, así se convierte en alguien que escucha sin servilismo, ya que esto nunca significa la fatalidad de una coacción. La libertad oculta despejando, vela lo esenciante de toda verdad… La libertad es la región del sino que pone siempre en camino un des ocultamiento. [11]
Sin embargo, advierte que el sino puede ser un peligro cuando todo se presenta en la relación causa-efecto, cuando el hombre es abordado ya ni siquiera como objeto, sino sólo como existencias o solicitador de ellas, donde domina la estructura de emplazamiento.
Pero donde está el peligro existe también lo que salva. Pero ¿qué es salvar? “Salvar”, dice, es ir a buscar algo y conducirlo a su esencia, con el fin de que así, por primera vez, pueda llevar a esta esencia a su resplandecer propio. Lo que salva echa sus raíces en la esencia de la técnica. Y ¿qué es esencia? Esencia es lo que dura. Lo que dura es lo que otorga. Provocar es todo menos otorgar. Lo que otorga es lo que salva. Lo que salva hace que el hombre entre en la suprema dignidad de su esencia. Lo esenciante de la técnica alberga en sí el posible emerger de lo que salva. [12]
Pero la esencia de la técnica tiene otra característica: es muy ambigua, y esta ambigüedad apunta hacia un misterio: el de la verdad. Por un lado “la estructura de emplazamiento provoca la furia del solicitar”[13] que desfigura toda mirada… pero por otro, “acaece de un modo propicio en lo otorgante”[14] y aquí emerge lo que salva. Uno al lado del otro. Es por eso por lo que aquí se resuelve la pregunta por la técnica:
La pregunta por la técnica es la pregunta por la constelación en la que acaecen de un modo propio el hacer salir lo oculto y el ocultamiento, en el que acaece de un modo propicio lo esenciante de la verdad… En medio del peligro que, en la época de la técnica, más bien se oculta que no se muestra. ¿un hacer salir lo oculto más inicial sería capaz tal vez de llevar a lo que salva a su primer lucir?[15]
Ahora bien, este primer lucir nos lleva a al brillar de la mirada, esa mirada que se basa no solo la cosmovisión sino en aquélla en la que parece estar constituida, aunque al mismo tiempo algo velada, la misma naturaleza humana, la misma antropología: Dice Teilhard de Chardin:
 “Ver o perecer. Tal es la situación impuesta por el don misterioso de la existencia a todo cuanto constituye un elemento del Universo. Y tal es consecuentemente, y a una escala superior, la condición humana.” [16]
Pierre Chantraine, en la trayectoria que traza de las palabras, en su diccionario del griego al francés dice que la palabra Antrhopos tiene que ver con el verbo ὁράω que significa ver.[17]
Pero hay una diferencia entre lo que se ve y lo visto como la que existe entre lo presente y lo pasado, o entre lo vivo y lo muerto, y la imagen queda en la segunda parte de la dicotomía, pero cuando ya no se sabe, cuál es cuál, o peor aún, se ha tomado la segunda por lo real, entonces es preocupante. Esto es algo así como lo que explica Heidegger en el siguiente fragmente en cuanto a la pérdida de lo asombroso del brillo del ser:
Todo el mundo lo sabe: ente es lo que es. ¿Qué otra cosa le es permitida al ente sino esto: ser? Y sin embargo: justamente esto, que el ente queda reunido en el ser, que en el brillar (im Scheinen) del ser aparece (erscheint) el ente, esto llevó a los griegos, y ante todo a ellos, y a ellos solamente, al asombro. El ente en el ser: esto fue para los griegos lo más asombroso. (Heidegger, QU’EST-CE QUE LA PHILOSOPHIE? ¿Qué Es Eso de Filosofía?).
El sentido del oído es el que trata siempre con información presente, con lo vivo, que deja de ser en el momento que se está trasmitiendo, pero es menospreciado porque escucha cosas que no se ven, pero que son sumamente importantes. Además, es precisamente el sentido del oído donde radica el equilibrio, aún físico.
Esto nos lleva a El Respeto o la Mirada Atenta de Esquirol donde nos hace ver la conexión tan profunda que hay entre el verdadero mirar y el escuchar atentamente, respetar[18]. Y aquí regresamos al viejo Platón que quizás no andaba tan errado como pensamos en la modernidad, pues decía que: “No se trata del arte de dar [al alma] la vista, porque ya la tiene, sino de procurar que se corrija lo que no está vuelto adonde debe ni mira adonde es menester”. ( Platón, La República, VII, 518 d.)
Ahora bien, este no es un asunto fácil pues estamos tratando contra una óptica tecnocientífica que es como una bola de nieve que ha ido adquiriendo volumen con el tiempo, y esto a tal grado que se ha convertido en un alud que amenaza con destruirnos. Esquirol la despliega en cuatro vertientes que muestran cada una dimensiones de peligro que nos asedian por todas partes: “un poder, un sistema, una revelación y un lenguaje” (Esquirol, Pp. 27-51) Un poder tal que pone al alcance el auto suicidio o autodestrucción de nuestra propia raza humana, un sistema tan sofocante y opresor de redes tecnocientíficas tan completo y organizado que difícilmente ya se puede siquiera respirar el hálito de la libertad; una develación y bombardeo de información, que cómo implica la misma palabra nos está formando con un concepto tan superficial de la realidad que ya difícilmente recordamos o entrevemos lo que significa ser humano y por supuesto con todo esto un lenguaje limitante, enajenante y esclavizador a esa cosmovisión. ¿Qué vamos a hacer a este punto nosotros los que estamos cobrando conciencia de ello?
III.              Mi sugerencia en este ensayo es que nosotros, quiénes nos encontramos en este lugar privilegiado de reflexión que es la Academia, examinemos precisamente la situación en la que estamos inmersos. Evaluemos: ¿a dónde están yendo a parar tantas horas de trabajo y reflexión profunda, a quiénes beneficia realmente? ¿cómo nuestra carrera puede tener una mayor inserción y participación social? ¿Quiénes leen realmente los trabajos académicos? ¿Cuándo vamos a empezar los estudiantes realmente a filosofar y no sólo a estudiar filosofía? ¿Cómo vamos a contribuir para que esta avalancha tecnocientífica que se nos viene encima no nos aplaste? ¿Cuándo vamos a dejar de comprar filosofía procesada en el extranjero para dedicarnos a desarrollar el pensamiento propio de nuestro entorno, de nuestra historia, de nuestra idiosincrasia, de nuestra gente, para tener algo propio que ofrecerle al mundo y de esta manera equilibrar un poco el desbalance en que nos encontramos? Los análisis de otras épocas y otras latitudes son buenos y nos proveen algunas herramientas interesantes de reflexión, pero ¿los seguiremos utilizando para vaciarnos de nuestra propia identidad y humanidad? ¿No es este acaso un problema similar al que hemos examinado en este ensayo acerca de la tecno-ciencia y la manera en que la hemos tomado? ¿Acaso no necesitamos rediseñar, repensar, actualizar, reformar, más que reformar reconfigurar la Universidad, la educación,  para poder hacer frente a la pérdida de identidad, rumbo y significado en que nos encontramos inmersos donde ya ni siquiera tenemos lugar como “existencias” en la época de Heidegger, sino que cuando una existencia ya es usada, utilizada, y explotada, su siguiente lugar es la pila de desperdicios? ¡Qué pérdida sería esta tan grande, siendo lo valiosos que somos como seres humanos¡
¡Que despertemos!







Bibliografía:
Agamben, Giorgio. Profanaciones. Ed. Adriana Hidalgo, Tr. Flavia Costa and Castro Edgardo, Adriana Hidalgo Editora S.A., 2005.
Chantraine, Pierre. Dictionnaire Étymologique de La Langue Grecque, Histoire Des Mots. Klincksieck, Editions, 1980.
De Chardin, Teilhard. El Fenómeno Humano. 1947, http://www.bibliotecaespiritual.com/pdf_obras/El Fenomeno Humano+.pdf.
Escuela de Frankfurt: Características y Representantes - Lifeder. https://www.lifeder.com/escuela-de-frankfurt/. Accessed 4 June 2020.
Esquirol, Josep M. El Respeto o La Mirada Atenta Una Ética Para La Era de La Ciencia Y La Tecnología. Gedisa Editorial, 2006.
Heidegger, Martin. La Pregunta Por La Técnica. 1994, pp. 9–37, http://blogs.fad.unam.mx/asignatura/brenda_ortiz/wp-content/uploads/2018/03/HEIDEGGER-LA-PREGUNTA-POR-LA-TÉCNICA.pdf.
        QU’EST-CE QUE LA PHILOSOPHIE? ¿Qué Es Eso de Filosofía? http://cursa.ihmc.us/rid=1Q0DZ5GLC-1DJ1S7Z-2KW5/heidegger-que_es_filosofia %281%29.pdf.
Marcuse, Herbert. “El Hombre Unidimensional Ensayo Sobre La Ideología de La Sociedad Industrial Avanzada.” Revista Barataria, no. 16, Editorial Planeta, 2013, doi:10.20932/barataria.v0i16.74.
Ortega y Gasset, José. “Meditación de La Técnica y Otros Ensayos.” Revista de Occidente, no. 1977, 1939, pp. 1–37.
Platón. “República.” Biblioteca Clásica Gredos, edited by Trad. y notas. Eggers Lann, Conrado, vol. 94, Gredos, 1988.
RESPETAR. http://etimologias.dechile.net/?respetar. Accessed 8 June 2020.
Tiqqun. Esto No Es Un Programa Tiqqun. Trad. Javier Palacio Tauste. Madrid: Errata Naturae Editores, 2014. Principio del formulario
Final del formulario




[1] “Los trabajos realizados por los autores miembros de la Escuela de Frankfurt se pueden considerar como una aproximación multidisciplinaria al estudio y reflexión de las teorías y los fenómenos sociales. Aunque mantenían una postura adversa a las principales corrientes de pensamiento presentes (que tuvieron sus inicios en los siglos pasados), los investigadores se fundamentaban en la teoría crítica del marxismo.” https://www.lifeder.com/escuela-de-frankfurt/ (Escuela de Frankfurt: Características y Representantes - Lifeder)

[2] “Esta ambigua situación envuelve una ambigüedad todavía más fundamental. El hombre unidimensional oscilará continuamente entre dos hipótesis contradictorias: 1) que la sociedad industrial avanzada es capaz de contener la posibilidad de un cambio cualitativo para el futuro previsible; 2) que existen fuerzas y tendencias que pueden romper esta contención y hacer estallar la sociedad. Yo no creo que pueda darse una respuesta clara. Las dos tendencias están ahí, una al lado de otra, e incluso una en la otra. La primera tendencia domina, y todas las precondiciones que puedan existir para una reversión están siendo empleadas para evitarlo.” (Marcuse, p. 25)

[3] “La racionalidad tecnológica revela su carácter político a medida que se convierte en el gran vehículo de una dominación más acabada, creando un universo verdaderamente totalitario en el que sociedad y naturaleza, espíritu y cuerpo, se mantienen en un estado de permanente movilización para la defensa de este universo.” (Marcuse, 48).

[4] Pues hay otras formas de capitalismo que las agudas percepciones de Benjamin señalaron y que Agamben mencionó en sus Profanaciones: “El capitalismo como religión no mira a la transformación del mundo, sino a su destrucción. Y su dominio es en nuestro tiempo de tal modo total, que aun los tres grandes profetas de la modernidad (Nietzsche, Marx y Freud) conspiran, según Benjamin, con él; son solidarios, de alguna manera, con la religión de la desesperación. "Este pasaje del planeta hombre a través de la casa de la desesperación en la absoluta soledad de su recorrido es el éthos que define Nietzsche. Este hombre es el Superhombre, esto es, el primer hombre que comienza conscientemente a realizar la religión capitalista". Pero también la teoría freudiana pertenece al sacerdocio del culto capitalista: "Lo reprimido, la representación pecaminosa... es el capital, sobre el cual el infierno del inconsciente paga los intereses". Y en Marx, el capitalismo "con los intereses simples y compuestos, que son función de la culpa... se transforma inmediatamente en socialismo".(Agamben, p. 106).

[5] Aunque la sabe ya nula y encapsulada en el sistema totalitario, tecnocientífico, inclusivo, inhumano, capitalista.

[6] Que llevó a extremos como la propuesta de Tiqqun: “No tenemos ninguna necesidad de que nuestras acciones de destrucción, de sabotaje, vayan seguidas de alguna explicación debidamente refrendada por la Razón humana. No actuamos en pos de un mundo mejor, alternativo, venidero, sino en pos de eso que estamos viviendo ya en este momento, en pos de la irreconciliabilidad radical del Imperio y de tal experimentación, de la cual forma parte la guerra […] La causa principal de nuestra parálisis, eso con lo que debemos romper, es la utopía de la comunidad humana, la perspectiva de una reconciliación final y universal.” (Tiqqun, Pp. 60) ¿No se asemejaría esto a la mentalidad de sus enemigos y aún la superaría? ¿acaso no es mucho más temible la devastación antropológica que se propone aquí que el daño causado por los dictadores del imperio al que se oponen? Si llegaren al poder ¿no sería aterrador estar bajo un régimen con esas características? ¿Iremos a repetir y aumentar el error de utilizar la resistencia para devastar a nuestra propia humanidad como lo hicieron Hitler, Stalin y muchos más que se están perfilando?

[7] “Es preciso suprimir el carácter ideológico y polvoriento de esta reivindicación: la liberación comienza con la necesidad no sublimada, allí donde es primero reprimida. En este sentido es libidinal ”(Marcuse, p. 10)
“Es en el instinto de libertad no sublimado donde se hunden las raíces de la exigencia de una libertad política y social”… “Por esta razón, es de una importancia que sobrepasa de lejos los efectos inmediatos, que la oposición de la juventud contra la «sociedad opulenta» reúna rebelión instintiva y rebelión política.” (Ibid., p. 9)
 “…la solidaridad permanece como el factor decisivo, también aquí Marx tiene razón. Y es esta solidaridad la que ha sido quebrada por la productividad integradora del capitalismo y por el poder absoluto de su máquina de propaganda, de publicidad y de administración. Es preciso despertar y organizar la solidaridad en tanto que necesidad biológica de mantenerse unidos contra la brutalidad y la explotación inhumanas. Esta es la tarea.” (Ibid. P.13)

[8] (Heidegger, La Pregunta Por La Técnica, http://blogs.fad.unam.mx/asignatura/brenda_ortiz/wp-content/uploads/2018/03/HEIDEGGER-LA-PREGUNTA-POR-LA-TÉCNICA.pdf.Pp. 2-3).

[9] Ahora bien, esta compleja responsabilidad que en la analogía que Heidegger hace del platero quién toma la responsabilidad, de no sólo fabricar la copa con sus cuatro causas aristotélicas: material (la plata), formal, (la forma de copa), la eficiente (el hecho de hacerla) y la final (que es el uso sacrificial que se le dará) sino que ha de cuidar el no caer en un mero hacer, o en un culparse moral de no hacer o hacerlo mal sino que ha de llevar esa libertad responsable (αιτία),  a un hacer aparecer y a un estar a punto de lo esencial de la técnica que es donde va a encontrarse con algo tan creativo como la ποίησις, la poesía, las bellas artes y es donde se encuentra la esencia de la técnica apareciendo en el presente no sólo como correcta, sino también como verdadera y aún más, hasta bella. Aún la φύσις está incluida en el traer delante. Pero el traer-delante de ella es en sí misma, a diferencia del aparecer artesanal y artístico, que es en otro.
Dice Heidegger que Las cuatro causas actúan en el traer allí adelante. Que acaece de un modo propio en tanto que lo ocultado viene a lo desocultado. A este proceso los griegos denominaban ‘αλήθεια es decir: verdad, que entendemos como “corrección del representar”. Dice que αλήθεια coliga los cuatro modos de ocasionar, es decir, la causalidad, y se hace valer sobre ellos. Agrega que a la causalidad pertenecen fin y medio, es decir: lo instrumental, lo cual es el rasgo fundamental de la técnica. La técnica no es un mero medio, es un modo del salir de lo oculto, es decir: la verdad. La τεχνή es algo poiético. La τεχνή es similar a la επισθήμη. La técnica esencia en la región en la que acontece la ‘αλήθεια verdad. (Ibid. Pp.3-5)

[10] Dice Heidegger que Las cuatro causas actúan en el traer allí adelante. Que acaece de un modo propio en tanto que lo ocultado viene a lo desocultado. A este proceso los griegos denominaban ‘αλήθεια es decir: verdad, que entendemos como “corrección del representar”. Dice que αλήθεια coliga los cuatro modos de ocasionar, es decir, la causalidad, y se hace valer sobre ellos. Agrega que a la causalidad pertenecen fin y medio, es decir: lo instrumental, lo cual es el rasgo fundamental de la técnica. La técnica no es un mero medio, es un modo del salir de lo oculto, es decir: la verdad. La τεχνή es algo poiético. La τεχνή es similar a la επισθήμη. La técnica esencia en la región en la que acontece la ‘αλήθεια verdad.
 Ahora bien, en cuanto a la técnica moderna, aunque su esencia también consista en hacer salir de lo oculto, el sentido de esto último no es lo poiético sino el almacenar, y he aquí la gran diferencia, pues para lograr el almacenar emplaza a la Naturaleza en el sentido de la provocación, la obliga a producir lo máximo con lo mínimo, es decir: existencias y literalmente dice que: “En la medida que el hombre mismo es provocado y emplazado a provocar y emplazar a la naturaleza ¿no acaso está él mismo convirtiéndose en una de las “existencias”, sólo que de manera más originaria?” (Idem. Pp.3-5)

[11] Ibid. P.13
[12] (Ibid. P.15)
[13] (Ibid. P.18)
[14] (Idem.)
[15] (Ibid. P.19)
[16] (De Chardin, p. 3).

[17]ἄνθροπος : Le mycénien atoroqo rend quasi-certaine l'existence d'un second terme -okwo- (exprimant l'idée de visage ou d'aspect ?), cf. ὄφ, πρόσωπον, etc., et apporterait un petit appui par ex. à l'explication par *ἀνδρ-ωπος. Il resterait à justifler la sourde aspirée: Devoto, IF 60, 1949, 63 a une explication compliquée par l'hypothèse d'une origine illyrienne, Θ pour δ d’après αἰδῶσσα . αἴθουσα; la glose d'Hsch. δρώφ . ἄνθρωπος ne peut être évoquée qu'avec réserve, cf. Latte s.v. P. Kretschmer, Gl. 27,1939,246, a pensé que l'aspiration de -ωπος était due à l'analogie de ὁράω cf. Georgacas, Gl. 36, 1958, 112 sq. On hésitera aussi à admettre que les Grecs aient désigné les humains par un terme signifiant « au visage d'homme ». Les données du problème sont donc précisées sur un point, mais il n'est pas résolu”. (" ἄνθροπος" en Chantraine p. 91)

[18] “La palabra respetar… viene del latín respectare (mirar hacia atrás, volver los ojos, observar insistentemente, tomar en mucha consideración) que se forma de re- (acción reiterada, hacia atrás) y spectare (contemplar, observar) verbo frecuentativo de specere (mirar, observar).  (RESPETAR en http://etimologias.dechile.net/?respetar. Acc. 8 Junio 2020).

Escrito por Álvaro Fernández S.