viernes, 17 de enero de 2020

Filosofía o Violencia



 Filosofía o Violencia

“No hay documento de cultura que no sea a la vez
un documento de barbarie”. (Walter Benjamin, en "Tesis VII")

Introducción:

Si esta tesis es cierta, ¿Acaso no debía la comunidad universitaria estar temblando, ya que nosotros hacemos documentos de cultura constantemente? ¿Será posible que escondan nuestros documentos también la barbarie? Estamos hablando de la barbarie que ha ocurrido y sigue ocurriendo en nuestro país, sobre todo en las últimas décadas.  Pero no, podría alguien decir, nosotros, los críticos de la violencia, los filósofos actuales, estamos exentos, porque justamente a eso nos dedicamos, a denunciar la violencia, a descubrirla, ¿o no estamos haciendo eso precisamente? Tal como el Angelus Novus del cuadro de Klee que “…tiene los ojos desorbitados, la boca abierta y las alas tendidas” que Benjamin equipara al Ángel de la historia que tiene su rostro fijo en el pasado, en las catástrofes y ruinas que se amontonan como una sola, así estamos nosotros anonadados con las catástrofes pasadas. Pero ¿Y las presentes, las que están ocurriendo ante nuestros propios ojos, las que ahora apenas se están gestando? ¿No sería ingenuo creer que no hay? ¿No será más bien que están veladas en eufemismos estéticamente académicos y además sofisticados? El Saludo del Angelus en verso de Scholem citado por Benjamin en el mismo pasaje no parece estar muy optimista con los posibles resultados en el tiempo presente pues dice: “… aún fuera yo tiempo vivo, mi suerte sería escasa”. Debe ser difícil pues “Mi ala está pronta al vuelo”. Y “Retornar, lo haría con gusto”. Es decir, que las fuerza que impulsan hacia el progreso futuro (esa “ala pronta al vuelo”) o que estancan en la reflexión pasada, hacen casi imposible el mirar nuestro presente. (Benjamin, "Tesis IX"). [1]
En este ensayo trataremos de aproximarnos a estas responsabilidades con el abordaje de las siguientes preguntas: ¿Qué tan eficaz está siendo y tiene el potencial de ser la reflexión filosófica actual? ¿Y nuestra lectura de la filosofía extranjera, cómo es? ¿Qué sucedió con los universales en la reflexión actual?

Como conclusión quisiéramos invitar a la comunidad universitaria a pensar la paz, a analizar el presente con nuevas y antiguas herramientas probadas que conduzcan allá, a evaluar las filosofías que seguimos comprando en el extranjero para ver si son o no benéficas para nuestro pueblo, retomar los valores universales pero ya sin los abusos y errores del pasado con que fueron manchados, y a tener una comunidad universitaria vibrante que verdaderamente filosofe y no sólo copie o cite filosofías extranjeras y menos repita como los pericos errores de filosofías extrañas, fragmentarias, mutiladoras, violentas y desestabilizadoras del ser humano. Una invitación a pensar la paz desde la paz y no desde la guerra y la división, que conduzca realmente hacia la paz y no hacia una dominación perdida o anhelada confundiéndola con los derechos humanos. Filosofar a favor de la paz en lugar de la violencia, para tener algo importante con lo cual contribuir al bienestar del país.

I.                 ¿Qué tan eficaz está siendo la reflexión filosófica actual?
Enseguida mencionamos algunas tendencias actuales en el abordaje a la violencia. Hay esfuerzos académicos muy serios para abordar la condición violenta de la sociedad actual, donde confluyen cerebros de los mejores y recursos para la investigación que han aportado elementos muy valiosos en sus análisis de segmentos de nuestra sociedad y época. Sin embargo, creemos que hace falta mucho más de ello y además, un análisis tanto teórico como práctico de su pertinencia, vigencia y eficiencia constantes. En otras palabras: filosofar sobre nuestra participación filosófica misma.

Como algunos ejemplos de lo antedicho examinaremos aquí algunos casos aparentemente teóricos que tienen repercusiones inusitadas en la práctica.

El primero de ellos son las investigaciones que parten del partido, del fragmento al que pertenecen, para enfocar la detección y combate de la violencia en el partido o fragmento contrario u opuesto, como el feminismo que detecta la violencia en el machismo, la negritud que pone de manifiesto el racismo de la blanquitud, el materialismo que trata de borrar de la existencia al espiritualismo por sus abusos, el iusnaturalismo que en defensa de los derechos naturales detecta con facilidad los abusos legalistas del iuspositivismo extremo y hasta violento, etc. Sucede que si el partido que ve y critica la violencia en el otro logra un triunfo contundente, suele apoderarse del mando y poderío y termina cometiendo las mismas o similares violencias y abusos, como el oprimido vuelto en opresor, el abuso del comunismo convirtiéndolo en autoritario y exterminador de su propia gente en algunos países, el exceso en el énfasis de los derechos humanos de la mujer en detrimento de los derechos del indefenso bebé que lleva en su vientre, tornando el derecho en injusticia, y promoviendo así la formulación de leyes que bien pueden ser legales superficialmente y de nombre, pero ya divorciadas de la justicia o de los mismos derechos humanos que inició reclamando. Pero para borrar los rastros del crimen y violencia perpetrados se recurre al abuso de la estética en una monstruosidad denominada eufemismo y que consiste en mal utilizar el lenguaje con una palabra inofensiva, bella o buena para esconder la barbarie realizada y engañar a la conciencia y a la sociedad de que no se está violando el derecho de ningún ser humano y menos atentando contra una vida indefensa, sino sólo desechando un “producto”.

Es pues el eufemismo encubridor de barbarie y violencia el segundo problema que queremos tratar. Este desconcertante engaño en seres razonables y pensantes, se da por todas partes. Como un segundo ejemplo de ello podemos mencionar el neoliberalismo que es un conservadurismo exacerbado, pero disfrazado de la más novedosa liberalidad. Otro ejemplo puede ser la irresponsabilidad ilimitada de llamarle libertad al desenfreno del antojo, del instinto y del egoísmo al grado del asesinato mismo, o de la violación de los derechos del otro, etc.

El tercer problema por tratar puede ser el análisis del discurso. Análisis es la distinción y separación de las partes de algo para conocer su composición,[2] mientras que el discurso es doctrina, ideología, tesis o punto de vista.[3] Etimológicamente hablando, análisis viene del griego ανά que significa arriba, enteramente, λυειν soltar y σις, acción. Significa soltar enteramente las cosas en sus partes elementales para examinar y detectar individualmente sus componentes, o sus causas y formantes, liberar, desatar. [4] Discurso viene del latín dis que significa divergencia, separación múltiple y cursus, carrera. Ahora bien, figura viene del latín fingere modelar, fingir, copiar o simular una realidad. Crisis: viene del griego κρινειν que significa cortar o decidir. El análisis es un corte o una decisión de fragmentar el todo en sus partes con el fin de estudiarlas, de conocer sus funciones, sus dimensiones, sus conexiones, su entramado de manera que al volver a su lugar el todo funcione mejor.

En la fragmentación probablemente se han corregido algunos errores detectados y la idea de quién hace el análisis es que mientras estudia las partes nunca pierda la visión del conjunto, de otra manera sería contraproducente, es decir: que se dé la síntesis que recoja los frutos del análisis para que nada se pierda. Sin embargo, se dan casos por la inexperiencia, ignorancia, arrebato o cualquier otra razón en que este proceso no se completa y lo que sucede es que puede tornarse desastroso.

Por ejemplo: el mecánico desarma un carburador finísimo de un nuevo modelo de automóvil que jamás ha visto y de una marca con la que no está familiarizado, si no toma la precaución de tener a la mano el plano del desglose de todas las pequeñas partes, va a tener un rato muy desagradable en que no va a saber qué va dónde, al quererlo armar. El joven que por la prisa echa sobre la mesa el rompecabezas de mil piezas y tira la caja donde viene el panorama, no va a saber si la piececilla azul que está tratando de acomodar es mar o cielo, si el verde es pasto o árbol, va a batallar más que el precavido que conserva la visión panorámica del conjunto. El arquitecto que se olvida del plano de la obra y hace edificio sin él… nadie quisiera ser el dueño de ese edificio. El viajero que se fue manejando por un país extraño sin mapa, sin guía, sin haber visto el plano, de seguro perderá horas en vano, siendo que podía haberlas ocupado para disfrutar del viaje. El cuerpo está tendido en la plancha de las operaciones y se siguen analizando sus partes, ¿cómo va la operación de Occidente? ¿Va saliendo bien? ¿Se han extirpado los tumores encontrados? ¿Cuándo estará de regreso funcionando? ¿Tendrá una larga convalecencia? ¿Hay esperanza y planes de que se restaure o está desahuciado?

II.               ¿Y nuestra lectura de la filosofía extranjera?
En segundo lugar, están las ideologías extranjeras y nuestra manera de abordarlas. Por la conquista, la imposición, el exterminio, el dominio y otros factores, es probable que la mentalidad de colonizados nos afecte como mexicanos aún en el abordaje de los autores extranjeros y su filosofía. Si lo antedicho es verdad, se sigue que los tomemos como incuestionables y nos dediquemos a citarlos, repetirlos, exaltarlos y perpetuarlos sin siquiera percibir como viable la posibilidad de analizarlos y examinar su pertinencia o impertinencia a nuestra realidad y momento actuales. Esto pudiera llamársele irresponsabilidad inocente en muchos círculos por la falta de reflexión inherente a sus actividades, pero en el medio filosófico ¿podremos escondernos en tal parapeto? Además, esto se torna peligroso porque se filtran sus errores sin ningún tipo de cedazo. En relación con la violencia, que es lo que nos ocupa en este ensayo, examinemos los siguientes pensamientos de autores contemporáneos para intentar medir su pertinencia, relevancia y efectos.

Seguramente un personaje significativo y digno de mencionar en este análisis fue Ferdinand de Saussure, quién escribe un libro llamado Curso de Lingüística General,[5] con el que causa una conmoción en Europa y todo un giro de tal manera que la atención de todos se vuelve a la lingüística, pero a tal grado que la órbita de la misma filosofía empieza a girar alrededor de la lingüística, y de allí la particularización del análisis ha ido en aumento.

Por ejemplo, al colar la legendaria, trascendente, multifacética verdad en el cedazo del detalle lingüístico queda reducida a un mero discurso, a un “movimiento de metáforas”, a un impulso nervioso[6], a una pulsación[7], a una “moneda sin troquelado, el puro metal” cito:
“¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes; las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal”[8]
Por lo anterior se declara desde las tribunas “No hay verdad absoluta”. Pretendiendo veracidad absoluta en esta declaración y además credibilidad en la “verdad absoluta de que no hay verdad absoluta”, aunque sepamos que en la lógica no debe haber contradicciones.

Además de esto y más cerca a nuestra época ¿qué no quedó establecido ya por el Sr. Detienne que lo mitológico, poético, estético, ético, metafísico, mágico y religioso pertenecen al orden de lo que no es “verdad” (alétheia)[9] y es por eso mismo irrelevante? La metafísica quedó sepultada con toda su inmortalidad de la que tanto les hablo Diotima a Sócrates y a Platón en el Banquete cuando quisieron aprender qué era el amor. Y Diotima también quedó sepultada. Porque ¿Cuántos admitirían tanto antaño como en la actualidad que ella, presocrática como tal, mística, extranjera y mujer fue la que les enseñó los secretos de lo más sublime a los padres de la filosofía: Sócrates y Platón? [10] Diotima seguiría hablándonos de la inteligencia, filosofía, espiritualidad y equidad de la mujer, con muchas de las figuras más de exclusión actual: como el orientalismo[11] o el eurocentrismo, la mística, que mientras que para el máximo exponente del giro lingüístico tenía que ver, de tan sublime, con lo que no se puede decir con palabras,[12] otros lo confundían con la violencia. [13] Para otros sigue siendo un tabú con el que pocos quieren dialogar pues ya se ha generado todo un discurso moderno de opresión en su contra. Benjamin toca en su discurso al menos de dos maneras: su “mesianismo” de “irrupciones” desde la debilidad en “momentos de oportunidad” que interrumpan el continuum desenfrenado de la incompleta historia de los vencedores, o en su metáfora del enano jorobado que sigue ganando las partidas de ajedrez, aunque esté ignorado voluntariamente por todos, bajo la mesa.[14]
En Derrida la deconstrucción hace la “Différance”[15]. Pero si nos quedamos en ella, se vuelve más que deconstrucción, verdadera destrucción y devastación.

El Orientalismo de Said expone la alienación planeada del discurso eurocéntrico. Que hasta la fecha nos tiene divididos en la dicotomía planeada: Oriente-Occidente.

Foucault quién en sus genealogías descoyunta la procedencia de la gestación, reproduciendo a Nietzsche[16]

La mayoría de los mencionados comparten el elemento de la particularización, claro, fundamental en un análisis; pero como tal no puede ser el elemento determinante en una síntesis, y menos el lente filosófico generalizador de la totalidad. o ¿qué no es la filosofía mucha más síntesis que análisis por definición?
Aristóteles dixit:
“...el filósofo, que posee perfectamente la ciencia de lo general, tiene por necesidad la ciencia de todas las cosas...” [17]

¿Podríamos llamar filosóficos a todos estos análisis de discursos? ¿No son acaso universalizaciones de la particularización? ¿No han salido de allí los totalitarismos?

Georges Bataille, escritor francés que vivió de 1897 a 1962, escribe una revista denominada acéphale, «Sin cabeza». Y Tenía una sociedad secreta del mismo nombre, pues no admitía autoridad alguna sino la propia que tenía a un descabezado como símbolo y buscaba hacer sacrificios humanos.[18]

Enseguida cito algunos fragmentos de sus escritos:

 “Por más ínfimos que sean unos seres, no podemos representarnos sin una violencia la puesta en juego del ser que se da en ellos; es, en su integridad, el ser elemental el que está en juego en el paso de la discontinuidad a la continuidad. Sólo la violencia puede ponerlo todo en juego. ¡Sólo la violencia y la desavenencia sin nombre que está vinculada a ella! Sin una violación del ser constituido —constituido como tal en la discontinuidad— no podemos representarnos el pasaje desde un estado hasta otro que es esencialmente distinto […] ¿Qué significa el erotismo de los cuerpos sino una violación del ser de los que toman parte en él? ¿Una violación que confina con la muerte? ¿Una violación que confina con el acto de matar?” (Bataille, p.12)  […] Pero ya desde ahora insisto en el hecho de que la parte femenina del erotismo aparecía como la víctima, y la masculina, como el sacrificador; y, en el curso de la consumación, uno y otro se pierden en la continuidad establecida por un primer acto de destrucción […]  Apenas podríamos decir que, si se echa en falta el elemento de violación, o incluso de violencia, que la constituye, es más difícil que la actividad erótica alcance su plenitud. (Bataille, p. 13) […] “Si la unión de los dos amantes es un efecto de la pasión, entonces pide muerte, pide para sí el deseo de matar o de suicidarse.” […] Es sólo en la violación —a la altura de la muerte— del aislamiento individual donde aparece esa imagen del ser amado que tiene para el amante el sentido de todo lo que es.(Bataille, p.15) […] Para terminar, querría ayudarles a sentir plenamente que el lugar al que he querido conducirles, por poco familiar que a veces haya podido parecerles, es, sin embargo, el punto de encuentro de violencias fundamentales.” (Bataille, p. 18).

III.             ¿Qué sucedió con los universales en la reflexión actual?

Violencia nuclear contra la filosofía.

 Ya que la violencia, etimológicamente hablando, viene de latín vis que significa fuerza, y olentus, abundancia.(Diccionario Etimológico Español En Línea) Tiene que ver con el uso excesivo de la fuerza.
La filosofía por otra parte y como la mayor parte de la gente ha escuchado alguna vez, significa amor a la sabiduría, del griego φιλεω σοφια. Este último término está compuesto de dos partículas:  σο que significa salvación, liberación y φια que tiene que ver con la luz, el brillo, el aparecer, el develar. Entonces dados estos elementos en su etimología ¿sería incongruente pensar que la filosofía tenga que ver con el gusto o amor a esa libertad que viene de la iluminación, del entendimiento, del esclarecimiento de la realidad? Pero ¿qué es la sabiduría? Ya que, si la confundimos con el mero conocimiento, pues sencillamente eso es lo que vamos a amar, el conocimiento y no la sabiduría. En otras palabras, amaremos la información y no la formación, la acumulación de datos, citas, autores, libros en vez de la aplicación pertinente de todo ello. La exageración y la hybris irán dándole forma a un nuevo pensamiento basado en lo externo, los datos, la acumulación de conocimiento, de bienes, de capital y todo ello nos llevará a toda una configuración de la realidad a partir del conocimiento y no de la sabiduría. Aquí ya la palabra filosofía no sólo cambió de matiz, o forma sino que esencialmente ha pasado de ser amor a la sabiduría, a la sensatez, a las decisiones mejores, para convertirse en un amor a la acumulación de capital, de bienes materiales, de conocimientos, de menosprecio por el ser humano al grado de la guerra, la violencia, el suicidio, la opresión y esclavitud del “otro diferente”, la destrucción de las especies, del planeta, la vida, lo cual puede resumirse en las siguientes metáforas: es  como si le echáramos petróleo a la raíz de un árbol. O bien como si le cortáramos la cabeza de tajo a una gallina. Seguiría en movimiento su cuerpo, pero sin rumbo, sin sentido, sin esperanza tampoco. ¿Qué sucedería si alguien atacara en su núcleo a la filosofía? ¿Acaso no repercutiría en sus estratos concéntricos más externos? ¿No ha causado devastación y desastre a la humanidad el bombardeo continuo que se ha hecho a la filosofía en sus componentes esenciales? Veamos:

La primera explosión nuclear detonada a la filosofía es la violencia que se ha perpetrado a lo esencial, al confundir o degradar el ser al ente, el definirlo es intentar delimitar lo que no tiene fin, lo infinito, categorizar [19], verbo cuya carga semántica porta en su historia el sentido de acusar lo incategorizable, convertir en predicado al sujeto, es decir sujetar al sujeto, hacer que caiga a nivel del accidente o contingencia. De allí la decadencia se ha hecho cada vez más mayor y el ser humano cada vez menor, con el engaño y disfraz de lo opuesto. Ha sido despojada la filosofía de lo esencial, y de lo universal. Esta es una violencia nuclear como Hiroshima y Nagasaki.






BIBLIOGRAFÍA
·       Althusser, Louis, “Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado” en La Filosofía como arma de la Revolución. México: Pasado y Presente, 1974.
·       Aristóteles, Metafísica, 2ª reimp., Grupo Editorial Éxodo, México, 2013.
·       “Banquete” en Platón, Diálogos III, Fedón, Banquete, Fedro, [Trad. C. García Gual, M. Martínez Hernández, E. Lledó Íñigo], Editorial Gredos, 201d., Madrid, 1988, (Biblioteca Clásica Gredos, 93).
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·       Benjamin, Walter, Conceptos de filosofía de la historia, [Trad. H.A. Murena y D.J. Vogelmann], Terramar Ediciones, La Plata, 2007.
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·       De Saussure, Ferdinand, Curso de lingüística general, [trad. Amado Alonso], 17ª. ed., Editorial Losada, S.A. Buenos Aires, 1978.
·       Derrida, Jacques. “La estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias humanas”. En la estructura y la diferencia. Barcelona, Anthropos, 1989.
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·       Diccionario de la lengua española, edición del tricentenario, Real Academia Española, Madrid, 2017.
·       Diccionario Etimológico Español En Línea. http://etimologias.dechile.net/?violencia. Accessed 23 Oct. 2019.
·       Henry George Liddell, Robert Scott, A Greek-English Lexicon, Κατηγορ-Ία. http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus:text:1999.04.0057:entry=kathgori/a. Accessed 9 Oct. 2019.
·       Nietzsche, Friedrich, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, Editorial Technos, S.A., Madrid, 1996.
·       Padilla, Miguel Ángel, Esfinge, Apuntes para un pensamiento Diferente, nov. 2015, [s/p], http://www.revistaesfinge.com/filosofia/corrientes-de-pensamiento/item/1320-los-beneficios-de-la-filosofia-a-la-manera-clasica.
·       Paz, Octavio, El Laberinto de la soledad, 4ª, Edic. Fondo de Cultura Económica, México, 1984.
·       Ricoeur, Paul, Teoría de la interpretación Discurso y excedente de sentido, [Trad. Graciela Montes Nicolau], Siglo XXI Editores en coedición con la Universidad Iberoamericana, 6ª. Ed., Nueva York, 2006.


[1] Mis cursivas en las citas son para respetar la fuente.
[3] Ibid. “Discurso”, http://dle.rae.es/?id=2Vga9Gy.
[4] “Análisis” en Etimologías de Chile, http://etimologias.dechile.net/?ana.lisis.
[6] Parafraseando A Nietzche,
[7] Parafraseando a Freud.
[11] Ver Orientalismo de Edward Said.
[12] Wittgenstein
[13] Bataille.
[14] Metáforas utilizadas en los escritos de  Benjamin, Walter, Conceptos de filosofía de la historia, [Trad. H.A. Murena y D.J. Vogelmann], Terramar Ediciones, La Plata, 2007.
[15] Derrida, Jacques. “La estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias humanas”. En la estructura y la diferencia. Barcelona, Anthropos, 1989: 383-401.
[16] Op. Cit., Nietzsche. P.25.
[18] “Fascinado por el sacrificio humano, fundó una sociedad secreta, Acéphale (sin cabeza), cuyo símbolo era un hombre decapitado, con el objetivo de poner en marcha una nueva religión, y planeaba sacrificar a uno de sus miembros como inauguración, creando un lazo imborrable de complicidad. Aunque varias personas se manifestaron dispuestas a dejarse matar, nadie estuvo dispuesto a cometer el asesinato. Bataille ofreció la tarea a Roger Caillois, pero éste se negó.” (Georges Bataille - Wikipedia, La Enciclopedia Libre)
[19] κατηγορ-ία , Ion. -ιη, , A.accusation, Hdt.6.50, etc.; opp. αἰτία (expostulation), Th.1.69; opp. ἔπαινος, ib.84; opp. “ἀπολογία” Arist.Rh.1358b11; “τὴν κ. ποιεῖσθαι” Antipho 6.10, And.1.6; “ὡς ὑβρίζοντος κ. ἐποιοῦντο” X.An.5.8.1; κ. ἐγένοντο πολλαὶ τῶν Ἀθηναίων charges were made against . . , Id.HG2.1.31; “κατηγορίαι κατά τινος γεγόνασιν” Isoc.5.147; εἰ . . ἐπὶ τοῖς πεπραγμένοις κατηγορίας ἔχω I am liable to accusation, D.18.240.  II. in Logic, predication, Arist.Metaph.1007a35, etc.: pl., Id.APo.84a1; esp. affirmative predication, opp. στέρησις, Id.APr.52a15; “ἄπορον ἐν κ.” Stoic.2.93.  2. predicate, Arist.Metaph.1004a29, 1028a28, al., Epicur.Ep.1p.23U., etc.  3. more freq., category, head of predicables, Arist.Top.103b20 (ten), APo.83b16, Ph.225b5 (eight), Metaph.1068a8 (seven), cf.EN 1096a29. Henry George Liddell. Robert Scott. A Greek-English Lexicon. revised and augmented throughout by. Sir Henry Stuart Jones. with the assistance of. Roderick McKenzie. Oxford. Clarendon Press. 1940. (Henry George Liddell, Robert Scott, A Greek-English Lexicon, Κατηγορ-Ία)