miércoles, 13 de diciembre de 2017

"Ser escritor, eso sí que me agrada..." Sören Kierkegaard




“Ser escritor, eso sí que me agrada. De ser sincero, debería decir que he estado enamorado del producir, pero con una aclaración: a mi modo. Y lo que he amado es justo lo opuesto a actuar en el instante, lo que he amado es precisamente la distancia del instante, en la cual, como un enamorado, he podido colgarme de los pensamientos y como un artista enamorado de su instrumento, entretenerme con el idioma arrancándole las expresiones que el pensamiento reclamaba. ¡Bendito pasatiempo! En toda una eternidad no podría cansarme de esta ocupación”
 Kierkegaard, Sören, El Instante, p.1

domingo, 10 de diciembre de 2017

La Tarea Docente. Paulo Freire

“La tarea docente exige seriedad, preparación científica, preparación física, emocional y afectiva. Es una tarea que requiere de quien se compromete con ella, el gusto especial de querer bien, no sólo a los otros sino al propio proceso que esto implica Es imposible enseñar sin ese coraje de querer bien, sin la valentía de los que insisten mil veces antes de desistir. Es imposible enseñar sin la capacidad forjada, inventada, bien cuidada de amar... Es preciso atreverse en el sentido pleno de la palabra de hablar de amor sin temor a ser llamado blandengue o meloso, acientífico, o anticientífico. Es preciso atreverse para decir científicamente y no blandamente, que estudiamos, aprendemos, enseñamos y conocemos con el cuerpo entero, con los sentimientos, con las dudas con la pasión y también con la razón crítica.”
Paulo Freire


jueves, 30 de noviembre de 2017

Defensa de Sócrates

 “«Yo, atenienses, os aprecio y os quiero, pero voy a obedecer a Dios más que a vosotros y, mientras aliente y sea capaz, Jamás, mientras viva, dejaré de filosofar, de exhortaros  a vosotros y de instruir a todo el que encuentre, diciéndole según mi modo habitual: Querido amigo, eres un ateniense, un ciudadano de la mayor y más famosa ciudad del mundo por su sabiduría y su poder, y ¿no te avergüenzas de velar por tu fortuna y por tu constante incremento, por tu prestigio y tu honor, sin que en cambio te preocupes para nada por conocer el bien y la verdad ni de hacer que tu alma sea lo mejor posible? Y si alguno de vosotros lo pone en duda y sostiene que sí se preocupa de eso, no le dejaré en paz ni seguiré tranquilamente mi camino, sino que le interrogaré, le examinaré y le refutaré, y si me parece que no tiene areté [virtud] alguna, sino que simplemente la aparenta, le increparé diciéndole que siente el menor de los respetos por lo más respetable y el respeto más alto por lo que menos respeto merece. Y esto lo haré con los jóvenes y los viejos, con todos lo que encuentre, con los de fuera y los de dentro; pero sobre todo con los hombres de esta ciudad, puesto que son por su origen los más cercanos a mí. Pues sabed que así me lo ha ordenado Dios, y creo que en nuestra ciudad no ha habido hasta ahora ningún bien mayor para vosotros que este servicio que yo rindo a Dios. Pues todos mis manejos se reducen a moverme por ahí, persuadiendo a jóvenes y viejos de que no se preocupen tanto ni en primer término por su cuerpo y por su fortuna como por la perfección de su alma”. PLATON, Apol.,29 D ss.

viernes, 11 de agosto de 2017

Por qué estudiar filosofía en la actualidad 7a. pte. 4. Conclusiones



4.     Conclusiones:

Los filósofos y educadores mexicanos y latinoamericanos han de dejar los pozos, las burlas, el segundo plano y tomar la responsabilidad de la mayoría de edad, exhorto de la Ilustración[1] que ha sido olvidado; despertar de este aturdimiento y reponerse de este marasmo que les ha acontecido. Necesitan regresar a lo básico, a lo fundamental, pero ya con las lecciones aprendidas de los excesos del pasado.

Retomar la educación de base filosófica que era la paideia, participar en la politeia recuperando la integralidad para que empiece a tener sentido la integridad, dejar de disociarse de sus componentes internos, dejar de percibirse desde perspectivas ajenas, ya no perderse en las particularidades de sus compañeras las ciencias, ni tampoco querer dominarlas como a inferiores como sucediera antaño, sino servirlas con lo que puede dar: propósito, congruencia, cohesión, finalidad, principio y principios, ética y belleza, explicación profunda de sus tendencias para ampliar el marco conceptual de sus decisiones y prevenir así errores de aplicación tan irracionales como la guerra,  la violencia, la inequidad y la iniquidad.

 Aunque la docencia es un loable camino para la filosofía hacia el cual aspirar, y con mucho futuro, por estar allí las mentes frescas y nuevas que gobernarán el país dentro de poco, creo que no debe ser el único camino laboral para el filósofo.

También la investigación filosófica es encomiable y debido a ella los nuevos retos pueden analizarse con seriedad, pero un reto en puerta sería sacar de las aulas universitarias las tesis archivadas con las investigaciones que sean pertinentes y buscar su implementación, y otro rebasar los monopolios de investigaciones intrascendentes.

Espero el día cuando los pensadores del juicio recto, de las causas reales, del sentido y la finalidad, de la prudencia (phrónesis), que son los filósofos, ocupen el Senado a favor del pueblo, aconsejen a la Suprema Corte de Justicia, tengan voz y voto en el rediseño del sistema educativo en el país, escriban los artículos editoriales de los principales diarios, sean los comentaristas frecuentes de los principales medios de difusión, el equipo consultor que aconseje a los medios qué publicar y cómo, para no perder el rumbo de la justicia social ni el del bien común en la nación, y ya no se dejen utilizar para enajenar, sino para concienciar; el día cuando los filósofos sean embajadores, dignos representantes del país en el extranjero.

Que las letras mexicanas se llenen de filosofía, que el arte vuelva a la razón, y la razón al arte, y no se tenga que entretener para subsistir, sino que haya lo suficiente para regresar a la verdadera creatividad, que no es otra cosa que la poiesis, es decir la poesía, a la verdadera sxolé es decir a la escuela, al tiempo libre y creativo que en el griego son la misma palabra.

Si no como gobernante directamente, sí el filósofo debería ser tomado en cuenta como consejero presidencial o gubernamental, y crearse puestos para ello en el país, en lugar de tirar la plata en diputados y senadores que cobran millonadas por dormir; ---creo que el país sería altamente beneficiado.

Aún en el ámbito de la educación, creo yo que la filosofía debía introducirse desde la primaria al igual que los idiomas antiguos en que ha sido escrita a través de las épocas, e ir gradualmente integrándola en el plan de estudio de las secundarias y preparatorias para que la educación recupere la sal del sentido y la alegría de aprender encienda la antorcha de la ilustración que, por la forma como son tratados los maestros,
no estoy tan seguro de que ya haya llegado a nuestro país, al menos no en el aspecto de la responsabilidad y la mayoría de edad de las que hablaba Kant, y que ya mencionamos.[2]

Creemos urgente la revaloración de las humanidades dentro y fuera de la academia, especialmente la filosofía. Un llamado al cuestionamiento y a la autocrítica de la filosofía actual para asegurarnos que no se haya convertido ya en un dogma irrevisable e infalible, como ha solido suceder en diferentes momentos de la historia no solo con la teología sino con diferentes disciplinas, y una autovaloración sensata del filósofo mexicano que le ayude a recuperar el filosofar y dejar de ser mero repetidor de autores europeos o traductor de sus libros.

Es decir: recuperar el “amor a la sabiduría” que fue como los antiguos definieran la filosofía.


1.      BIBLIOGRAFIA
1.      “Filosofía” en Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española, Madrid, 2017, (Edición del Tricentenario), http://dle.rae.es/?id=Hw9B3HA
2.      Abbagnano, Nicolás, Historia de la Filosofía, Volumen I, [Trad.de Juan Estelrich y J. Pérez Ballestar], 4ª. ed., 5ª reimp., Hora S.A., Barcelona, 1994.
3.      Aristóteles, Metafísica, , 2ª reimp., Grupo Editorial Éxodo, México, 2013
4.      De Saussure, Ferdinand, Curso de lingüística general, [Trad. y notas de Amado Alonso], Edic. 17ª., Buenos Aires, Editorial Losada, S.A. 1945.
5.      Del Río, Eduardo(Rius), ¿Quién diablos fue Quetzalcóatl?, Editorial Grijalbo, 1987, México.
6.      Detienne, Marcel, “Cap. V, El proceso de la secularización”, en Los maestros de la verdad en la Grecia arcaica, México, Sexto Piso, 2004.
7.      Etimologías de Chile. Net, miércoles, 1 de febrero de 2017, http://etimologias.dechile.net/
8.      Kant, Immanuel, Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración? (1784). Compilación: Felipe González - País Global, https://geografiaunal.files.wordpress.com/2013/01/kant_ilustracion.pdf.
9.      Kirk, G.S. , Raven J.E., y Schofield M., Los Filósofos Presocráticos Vol. I, [Trad. Jesús García Hernández], 2ª ed., Gredos, Madrid, 1983.
10.  Langford, Glenn, Filosofía y Educación, [Trad. Dra. Rufina Bórquez], Publicaciones Cultural S.A., México, 1976.
11.  Moore, T. W., Filosofía de la Educación, [Trad. Francisco Cabrer Ramos], 2ª. ed., 2ª reimp., México, Trillas, 2009.
12.  Ong, Walter, Oralidad y escritura, Tecnologías de la Palabra, México, Fondo de Cultura Económica, 1987.
13.  Padilla, Miguel Angel, “Los beneficios de la filosofía a la manera clásica”, en Esfinge, Apuntes para un pensamiento Diferente, Nov. 2015, [s/p], http://www.revistaesfinge.com/filosofia/corrientes-de-pensamiento/item/1320-los-beneficios-de-la-filosofia-a-la-manera-clasica.
14.   Ramos, Samuel, Historia de la filosofía en México, Imprenta Universitaria, México, 1943.
15.   Sánchez Villaseñor, José, El sistema filosófico de Vasconcelos, Polis, México, 1939, p. 11
16.  Spinoza, Baruch de, “Apéndice del libro I” en Ética demostrada según el orden geométrico, [Intro., trad. y notas de Vidal Peña], Ediciones Orbis, S.A., España, 1980, [s.p]. http://www.unclick.com.ar/libros_sociales2.htm.
17.  Vasconcelos, José, Antología de textos sobre educación, Editorial Trillas, México, 2009, (Biblioteca José Vasconcelos 21).
18.   Vasconcelos, José, Obras completas, Ed. Libreros Mexicanos, México, tomo III., 1958.



[1] Kant, Immanuel, Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?, (1784), [s/p], Compilación: Felipe González - País Global https://geografiaunal.files.wordpress.com/2013/01/kant_ilustracion.pdf.
[2]  Idem.

jueves, 10 de agosto de 2017

Por qué estudiar filosofía en la actualidad. 6a. pte. 3. Algunas consideraciones presentes


3.      Algunas consideraciones presentes:

Bueno, sabemos que el menosprecio y las burlas no van a parar, pero ¿querrán salirse del pozo los “Tales de Mileto” de esta época? ¿O tal vez sea que en la actualidad hay muchos más pozos donde caer? O bien, como dicen algunos que no es que se haya caído Tales, sino que se metió, pues quería trasformar el pozo en una especie de telescopio para observar bien las estrellas desde allí. 

¿Será tal vez que el pozo y el telescopio se tornaron más importantes para Tales que las estrellas y el mirar hacia arriba, y ahora, se quiere dedicar a ellos?

Todas son posibilidades y aún surge otra, para acabar con estas tres últimas, pero no con el problema, sino con el “mito” de “Tales de Mileto” y con todas las demás narrativas, presocráticas diciendo ¿qué no quedó establecido ya que lo mitológico, poético, estético, ético, metafísico, mágico y religioso pertenecen al orden de lo que no es “verdad” (alétheia) y es por eso mismo irrelevante? parece decir Detienne[1]; como si tales aspectos de la verdad no fueran conductores del sentido, del principio, del contenido, modo, vigencia y momentos de oportunidad de la verdad.
¿Qué no redescubrimos con Walter Ong[2] las maravillas del lenguaje oral? y sin embargo ¿seguiremos ajustándolo al cinturón de lo escrito, pensando, junto con la “ciencia” de la historiografía, que es más grande que su madre: la historia? Como si no utilizáramos la oralidad en cada clase, conferencia, simposio, coloquio, ponencia. O como si todo lo escrito no existiera en función de una oralidad aún vigente. O como si el verdadero sentido de la realidad se conservara sólo en lo escrito y no en lo oral. 
Y ahora que De Saussure[3]  con su contundencia nos hizo caer con todo y filosofía en el pozo del lenguaje, ¿seguiremos subordinando la amplia ciencia de lo general que es filosofía a las restricciones del detalle filológico midiéndonos con una metodología que es propia de ese campo y no de la filosofía? ¿Qué dirían los historiadores si tratáramos de probar sus tesis en una probeta?

La globalización, la tecnología, las redes sociales apuntan cada vez más hacia el cosmopolitismo. No puede ser significativa y pertinente al momento actual una filosofía que ni siquiera admite la universalidad[4] ni en su origen, ni en su enfoque, sentido, ni razón de ser, menos en su finalidad, pues la ha fragmentado tanto que ya no sabe cuál de todos los fragmentos es. 

¿Será este contexto de confusión el caldo de cultivo que propició la elección del caos como origen y la “nada”[5] como esencia y finalidad?
Y si no admite la universalidad en su origen, ¿cómo podrá incorporarla con naturalidad en su enfoque? Si no es consistente con lo que “es”, con su esencia, ¿cómo puede serlo en su consistencia y además pertinente en su deliberación? ¿Tendrá esperanzas de subsistir y ser relevante a la necesidad actual de la humanidad habiendo abandonado su identidad? Con muy buenos argumentos, por cierto, pero fragmentarios y frecuentemente impertinentes a su sustancia, y confundiendo su esencia con lo particular reduciéndose así una sola de sus ramas: la lógica, desde donde intenta ahora interpretar toda realidad.



[1] Detienne, Marcel, “Cap. V, El proceso de la secularización”, en Los maestros de la verdad en la Grecia arcaica, México, Sexto Piso, 2004, pp. 137-163.
[2] Ong, Walter, Oralidad y escritura, Tecnologías de la Palabra, México, Fondo de Cultura Económica, 1987.
[3] De Saussure, Ferdinand, Curso de lingüística general, [Trad. y notas de Amado Alonso], Edic. 17ª., Buenos Aires, Editorial Losada, S.A. 1945.
[4] Que implica generalidad, integralidad, integridad, compleción, plenitud.
[5] Nihilismo

martes, 8 de agosto de 2017

¿Es realmente un problema la devaluación actual de la filosofía? Por qué estudiar filosofía en la actualidad 5a pte. 2.


2.  ¿Es realmente un problema la devaluación actual de la filosofía?

El hecho de que en nuestra época predominen lo automático y lo externo, tiende a restarle importancia a disciplinas profundas, como la filosofía. que estudia las raíces de los saberes, tendencias y conexiones del pensamiento. 
Dichas influencias externas también inciden en el ánimo de los mismos filósofos, ya que como no hay la valoración adecuada de su disciplina, en la misma escala se tasa económicamente la remuneración de ellos, y por lo mismo, éstos tienden o a adaptarse al sistema para poder suplir sus necesidades básicas, o al menos a dejar lo crítico de su oficio a un lado para no perder aceptación o prestigio, convirtiéndose en meros repetidores de lo ya pensado en otras latitudes, evadiendo, condenando y/o descalificando la sabiduría práctica (phronesis), la práctica coherente con lo pensado y concluido, (praxis) y la coherencia de la interioridad con la exterioridad (parresía), que pudiera poner en riesgo o incomodar su status quo.
Privan así al pueblo del beneficio que la contundencia del filósofo traería en forma de cambios sustanciales a la sociedad en que vivimos, como lo vimos con Quetzalcóatl, Netzahualcóyotl, Vasconcelos y los griegos. 
Esta dinámica deja un vacío que acarrea consecuencias de desequilibrio colectivo de manera que las más populares reflexiones filosóficas las tienen que hacer otras disciplinas como la lingüística, la historiografía, la psicología, etc., y por lo mismo dejan la marca de sus limitantes particularidades respectivas en la percepción filosófica moderna cayendo en exageraciones como el decidir encerrar el universo[1] filosófico en una glosa o una pulsación nerviosa, el literalismo[2], el historicismo, el fanatismo o fundamentalismo no sólo religiosos, el echarle la culpa de todos los excesos del comportamiento humano a las glándulas; y desde allí concluir que ya no hay finalidad, principio ni sentido en lo que existe por el sólo hecho de que se ha descubierto una razón egoísta en la base de la cosmovisión civilizatoria de occidente.[3] 
Pero ¿será sensato concluir que porque las cosas no existen para el ser humano como se pensó por siglos, han, por esa razón, perdido todo propósito, sentido y finalidad?
Como es la filosofía una ciencia libre según Aristóteles[4], que no podemos controlar ni ajustar ni utilizar para suplir nuestras necesidades físicas elementales, tendemos a descartarla. Pero ese “saber por el solo gusto de saber”[5], cuando se le atiende, genera cambios sustanciales que siguen marcando las pautas de las épocas.

En la actualidad, en la que la valoración del ser humano ha sido reducida a lo que produce, a lo que tiene, o a lo que hace, al dejarse menospreciar por los regímenes que lo han despersonalizado, convertido en máquina, automatizado y reducido aún a mero desperdicio cuando ya no funciona, es cuando la filosofía debiera visualizarse como una de las más necesarias disciplinas, antes que todas las universidades opten por convertirse en “universidades tecnológicas” y se extinga esta veta de oro, o quede sepultada irremediablemente.

Además, hay asuntos inquietantes que son las opiniones burlescas y limitantes impuestas por otras disciplinas acerca de la filosofía, que, como la esclava Tracia a Tales de Mileto, siguen viéndola como algo menospreciable. Cito:

“Cómo, oh Teodoro, se dice que una aguda y graciosa esclava tracia se burló de Tales, porque, mientras observaba las estrellas y miraba hacia arriba se cayó en un pozo; ávido por observar las cosas del cielo, le pasaban desapercibidas las que estaban detrás de él y delante de sus pies”.[6]

Desde el campo de la educación algunos académicos opinan lo siguiente:

·         “La filosofía, como tal es un parásito de la teoría”[7]

·         “La tarea del filósofo es terapéutica; no consiste en resolver los problemas, sino en demostrar que lo que se había tomado como problema de ninguna manera lo es. […] Por tanto, el filósofo puede encontrar ocupación al tratar estos problemas tradicionalmente como filosóficos […] la filosofía continuaría existiendo, pero sólo devorando su capital de errores pasados; no tendría nada positivo que contribuir […] la filosofía, en su calidad de disciplina secundaria, se interesa no en el objeto de conocimiento de las disciplinas de primer orden, sino en el medio por el que se conducen; esto es, en el discurso que les es peculiar”.[8]

·         Dice Nicolás Abbagnano en el prefacio a la 1ª. edición italiana de su libro Historia de la Filosofía:[9] “Todavía subsiste hoy el prejuicio de que la filosofía se afana en torno a problemas que no tienen la más mínima relación con la existencia humana, y de que se mantiene encerrada en una esfera lejana e inaccesible a la que no llegan las aspiraciones ni las necesidades de los hombres”.[10]
“Y junto a este prejuicio está el otro de que la historia de la filosofía es un panorama desconcertante de opiniones que se amontonan y se contraponen, privadas de un hilo conductor que sirva de orientación para los problemas de la vida”.[11]




[1] En referencia a los constituyentes básicos de la filosofía: metáfísica, ética, estética, epistemología, lógica.
[2] Todos los “ismos” aquí mencionados representan exageraciones.
[3] Spinoza, Baruch de, “Apéndice del libro I” en Ética demostrada según el orden geométrico, [Intro., trad. y notas de Vidal Peña], Ediciones Orbis, S.A., España, 1980, [s.p]. http://www.unclick.com.ar/libros_sociales2.htm.
[4] Op. Cit., Aristóteles, p.29.
[5] la etimología de la palabra filosofía viene de la palabra griega philos=amor, que a su vez podría provenir de la indoeuropea bhlili=armonía, amor y shophos griego de una raíz egipcia que significa aprender. Parafraseado de “Filosofía” en Etimologías de Chile. Net, miércoles, 1 de febrero de 2017, http://etimologias.dechile.net/?filosofi.a
[6] “72 Platón, Teeteto 174 A”. en Ibid. p.91.
[7] Moore, T. W., Filosofía de la Educación, [Trad. Francisco Cabrera Ramos], 2ª. ed., 2ª reimp., México, Trillas, 2009, p.16.
[8] Langford, Glenn, Filosofía y Educación, [Trad. Dra. Rufina Bórquez], Publicaciones Cultural S.A., México, 1976, pp. 19-21.
[9] “Prefacio a la primera edición italiana” en Abbagnano, Nicolás, Historia de la Filosofía, Volumen I, [Trad.de Juan Estelrich y J. Pérez Ballestar], 4ª. ed., 5ª reimp., Hora S.A., Barcelona, 1994. P. 5
[11] Idem.

viernes, 4 de agosto de 2017

Por qué estudiar filosofía en la actualidad 4a pte. 1.¿Qué es la Filosofía?

1.     ¿Qué es la filosofía?
El concepto de filosofía se atribuye a Pitágoras, que instruía sobre el orden, las proporciones, la naturaleza y el universo en sus diferentes planos. Hablaba de la música de las esferas, y de las matemáticas como forma de expresión de ese orden. Cuando alguien le decía que era un sabio, este gran hombre contestaba: «No, yo no soy un sabio, un sofos; yo soy un filo-sofos, un amante de la sabiduría». Nos recuerda un poco lo que decía Sócrates, cuando afirmaba que era poco lo que sabía, y que probablemente por eso reconocía tantas cosas que ignoraba, que era precisamente lo que le permitía aprender.[1]
Aristóteles en su Metafísica, refiriéndose a ella, la llama:
“[…] la ciencia teórica de los primeros principios y de las primeras causas, porque una de las causas es el bien, la razón final […] es la única entre todas las ciencias que puede llevar el nombre de libre. Sólo ella efectivamente depende de sí misma […] Todas las demás ciencias tienen, es cierto, más relación con nuestras necesidades que la filosofía, pero ninguna la supera.” [2]
Dice la Real Academia Española acerca de la filosofía:
“Conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano […] el conocimiento profundo en ciencias, letras o artes.” [3]
Valiéndome de una metáfora, diré que la filosofía: es como el cimiento del edificio del conocimiento y de la inteligencia. Aunque no se ve, el edificio entero depende de él. Si queremos ignorar dicho cimiento, sencillamente se va a caer el edificio. Si está hecho a la ligera y sin las especificaciones convenientes para aguantar el peso que pensamos ponerle arriba, se cuarteará y derrumbará.
Aunque la filosofía no tenga que ver directamente con la satisfacción de nuestras necesidades inmediatas, sí lo tiene con las necesidades fundamentales del ser humano: como darle una idea del sentido de su existencia y orientarlo en cuanto al conocimiento de la realidad, mostrarle las causas y principios subyacentes a las actividades y pensamientos cotidianos; como dice Aristóteles: “…sabios, porque saben las causas de lo que se hace…” [4]

jueves, 3 de agosto de 2017

Por qué estudiar filosofía en la actualidad. Introducción, 3a pte.



Por otra parte, la Academia misma nace de los filósofos. El Liceo, el Simposio, la Paideia griega nacen en el seno de la filosofía. ¿Cómo, pues, se puede concebir ahora una educación sin esa base? ¿Será este asunto como querer edificar sin fundamento? Precisamente este es el tema que queremos tratar en este escrito con el fin de ayudarnos a reflexionar en algo que no es muy común hacerlo, pero no por ello, menospreciable.

Existe toda una problemática dinámica impidiendo que se dé este proceso que tanta falta le hace al país.


El bajo ingreso y la deserción escolar, la tendencia a lo instantáneo, inmediato, fragmentario y utilitario, la tergiversación actual de lo que vale, la falta de concatenación y fragmentación de los saberes actuales y la enajenación virtual que nos rodean parecieran anunciar el ocaso de la ciencia que dio a luz a la educación.

Cabe, entonces, reflexionar en primer lugar sobre elementos fundamentales de la filosofía, con el fin de retomar su esencia, lo que es en sí, lo que hizo que, de alguna forma, de sus reflexiones surgieran las bases de las civilizaciones de las diferentes culturas del mundo.
En segundo lugar, enfrentar el problema de su devaluación actual. El menosprecio hacia las humanidades y más específicamente hacia la filosofía, que nos ha llevado a la perspectiva actual, donde ya es considerada de “segundo orden” por otras disciplinas.
En tercer lugar, se examinarán algunas consideraciones presentes y que ayuden a tomar más en serio este tema vital.
Como conclusión enfocaremos la necesidad de una revaloración. El retorno a lo esencial, a lo congruente, a lo fundamental, al “amor a la sabiduría” con la actitud de Pitágoras, a la humildad de Sócrates, a los principios y causas, a lo primordial, al por qué y al para qué, al cómo, al qué, al dónde y al cuándo, pues, cómo decía Pítaco de Mitilene: “Conoce tu momento oportuno”. ¿Quién dice que no es éste el momento de oportunidad?