lunes, 15 de enero de 2018

Una reflexión sobre las elecciones de Caín


"¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín"

(Judas 1:11, La Biblia)

Caín significa “adquirir”. ¨Para una vida así enfocada hasta el dar es para adquirir, por eso le desagradó a Dios su dar, porque no lo era, era un engaño. Nunca quiso dar lo sustancial, sólo lo externo y visible, nunca el centro de las decisiones, es decir el corazón, sólo las sobras del trabajo “del fruto de la tierra una ofrenda” y no “las primeras y mejores crías del rebaño” como Abel, su hermano.

A su ver Dios no se merecía nada mejor, y por supuesto lo guardó para sí mismo. Su hermano le era molesto pues era un recordatorio de su equivocada valoración de la vida, y para librarse de él, erradicó su presencia, su rostro de la tierra.

Caín cumplía con la religión, pero no era espiritual. No le importó la promesa que Dios le había dado a su madre Eva que “su descendencia… te herirá la cabeza (dijo Dios al Maligno Gen. 3:15) cuando tú hieras su talón” y él, Caín, era el primer descendiente de Eva. Ese alto llamado significó prácticamente nada ante el priorizar terrenal y ególatra de la cosmovisión de Caín. Lo único que le importaba parece no haber tenido conexión con su comisión espiritual.

La advertencia está dada en estos pasajes bíblicos para que no cometamos el mismo error de valoración en la actualidad. Pero ¿será que estamos tan inmersos en este estado que ni siquiera alcanzamos a escuchar la señal de alarma que toca esta trompeta?

El literalismo vs. la literalidad




Como todos los ismos, el literalismo es un exceso, y como todo exceso lleva a conclusiones erróneas. La literalidad en cambio es el acierto de tomar literalmente lo que debe ser tomado así. La fidelidad al leer o traducir un escrito incluye la literalidad en cuanto a respetar lo que literalmente escribió el autor. Pero si utilizó figuras literarias como la metáfora o la parábola, la fidelidad al texto hay que buscarla más en cuanto al contenido que a la letra, por no decir que a ambas. A lo que estoy tratando de llegar es que si mi texto dice: "El sembrador salió a sembrar... parte de la semilla cayó junto al camino" Mi búsqueda no creo que debiera ser tratar de encontrar si el sembrador era de tal o cual población, si el camino era angosto o amplio, si la semilla era de trigo, cebada, etc. sino el significado, el contenido del que es figura mi parábola. Bueno, pues el literalismo perseguiría el primer tipo de información, mientras la literalidad el segundo, en un pasaje cuya fidelidad al texto exige respeto por las figuras literarias que utilizó el Autor y lo que quiso decir con ellas. Creo yo. Ojalá no te haya confundido más que ayudarte. Muchos saludos. Excelente día!

domingo, 7 de enero de 2018

Juan Amós Comenio, padre de la pedagogía.

“…desdeñando el árbol de la vida, nos lleva a desear desordenadamente el árbol de la ciencia tan solo. Guiadas las escuelas por este desordenado apetito no han hecho hasta ahora más que perseguir la ciencia. Y aun para conseguir esto, ¿qué orden se ha seguido? ¿Con qué éxito? En realidad, de tal manera que lo que la mente humana es capaz de conocer en el espacio de un año, entretenía durante cinco, diez, muchos. Lo que puede infiltrarse e infundirse suavemente en las almas se introducía violentamente, o mejor, se embutía y machacaba. Lo que podía ser expuesto clara y lucidamente se ofrecía a los ojos de modo obscuro, confuso, intrincado como verdaderos enigmas. Callándome lo actual, apenas se vio jamás alimentado el entendimiento con la verdadera esencia de las cosas; se le llenaba las más veces con la corteza de las palabras (una locuacidad vacía y de loro) y con la paja o el humo de las opiniones.”  Comenio, Juan Amós, Didáctica Magna, [Trad. López Peces, Saturnino], 1630 http://assets.espapdf.com/b/Juan%20Amos%20Comenio/Didactica%20Magna%20(7942)/Didactica%20Magna%20-%20Juan%20Amos%20Comenio.pdf